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El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca ha presentado la guía práctica elaborada por uno de sus colegiados -Alberto Hermosa- para «animar a los farmacéuticos» a «ocupar el nicho» de la ortopedia en la farmacia comunitaria, que está aún por explotar.
Un campo, el de la ortopedia, que erige de manera clara a la farmacia como un servicio sanitario y no como un establecimiento comercial.
La presidenta de los farmacéuticos salmantinos y de Castilla y León, María Engracia Pérez, pronosticó que la guía «promete convertirse en un recurso imprescindible para la labor diaria del farmacéutico» y recordó que la ortopedia, dentro de la profesión farmacéutica, «puede aportar empatía con el paciente y dar soluciones a personas que verdaderamente lo necesitan».
El autor de esta guía lamentó que «la ortopedia está relegada a un segundo plano en las farmacias» por un doble motivo: «las limitaciones de espacio y el miedo de los farmacéuticos a lo desconocido».
Dividida por diferentes articulaciones y partes del cuerpo, la guía ofrece ejemplos prácticos para resolver todo tipo de dudas del farmacéutico cuando tenga que atender la petición de un paciente. Alberto Hermosa se refirió también a los condicionantes que encuentra el farmacéutico a la hora de desempeñar su faceta puramente sanitaria. Habló de la barrera psicológica que supone el mostrador y la dificultad de «poder dedicarle al paciente el tiempo que necesita». «La ortopedia nos brinda, precisamente, eso que el paciente echa de menos: que le dediques el tiempo que necesita para ser escuchado», dijo.
El colectivo farmacéutico considera que «así como el médico no tiene que demostrarlo, el profesional de la farmacia, sí». En este sentido, Hermosa ve en ortopedia «la mejor forma de erradicar la mala imagen» y realzar al farmacéutico como lo que es: «Un sanitario cercano».
Otro de los aspectos positivos que aporta la apuesta por la ortopedia dentro de las farmacias -señala el autor de la guía- es «la posibilidad de hacer un seguimiento a los pacientes». «En ortopedia tenemos la obligación de citar al paciente para hacer un seguimiento de la órtesis y comprobar si el ajuste o desajuste es el adecuado».
Como farmacéutico de Ciudad Rodrigo, Hermosa ha comprobado que «la ortopedia en el ámbito rural es un arma de doble filo para aumentar la rentabilidad de las farmacias, pero también para mejorar la atención integral de pacientes que, en su mayoría, son personas de avanzada edad y que viven a decenas de kilómetros del hospital».
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