Formar adecuadamente a docentes y alumnos, requisito obligado para aprovechar las ventajas de la inteligencia artificial

Formar adecuadamente a los docentes y saber utilizar la inteligencia artificial como herramienta y complemento para la educación son algunos de los retos marcados por los expertos participantes en el Foro Gaceta de la Educación, celebrado en Casino de Salamanca organizado por Fundación Gaceta, que analizó hoy martes desde distintos niveles formativos las posibilidades, los retos y las incertidumbres que plantea la incorporación de la últimas tecnologías digitales a la enseñanza.

Bajo el título de «Inteligencia Artificial aplicada a las Aulas», intervinieron en este encuentro de análisis Luis Domingo González, director general de Innovación y Formación del Profesorado de la Junta de Castilla y León: Olga Arranz García, profesora encargada de cátedra de la Universidad Pontificia de Salamanca y Fernando de la Prieta Pintado, delegado del rector para la Transformación Digital de la Universidad de Salamanca.

Para Luis Domingo Gonzalez director general de Innovación y Formación del Profesorado de la Junta de Castilla y León, a los saberes centrales del siglo pasado como la lectura y el cálculo se han incorporado en ese siglo XXI dos saberes nuevos, los idiomas y el saber digital. «El papel de los docentes es preparar a los alumnos en estos cuatro saberes para la vida».

En este escenario que califica de «controvertido», el representante de la administración regional aboga por hacerlo «hacerlo con equilibrio y alejándose de las modas». «Anteriormente se produjeron de forma aparente encontronazos entre la tecnología y a educación, pero siempre la educación lo ha superado porque su papel es del preparar para la vida. Y lo mismo pasa con la IA».

González subraya la necesidad de prevenir los riesgos como la invasión de la intimidad retomando en todo momento el objetivo de «enseñar en la vida al alumnado, elemento central de la educación», e incidió en la circunstancia de que el alumnado de hoy día «ya es nativo digital. No conocen otro espacio diferente. Pero -subraya- ser consumidor digital no significa ser competente digital. Ese el riesgo y ese es el papel de la educación, preparar a los alumnos para esos riesgos como el de la sobreexposición pública».

En este sentido, una de las misiones claves de los docentes ante la llegada de la IA debe ser, según Luis Domingo González, enseñar a gestionar la privacidad de nuestros jóvenes. Debemos otorgarles mecanismos de regulación para proteger su salud mental». De esta manera, «será posible hacer frente a los riesgos de deshumanización de los alumnos, a la fata de socialización, a esconderse detrás de una pantalla»

El responsable de la Junta de Castilla y León recalcó que, en este proceso, el alumno tiene que ser siempre el elemento central y destacó el elevado nivel de competencia de los docentes. «Los docentes de Castilla y León son los mejor preparados de España, y esto debemos decirlo con humildad». Recordó en este apartado la existencia desde 2015 de un Plan de Seguridad y Salud Digital. «El alumnado de Castilla y León está en muy buenas manos, y nuestros docentes saben cuándo es mejor utilizar un medio digital y cuándo hay que empelar uno analógico.

«La educación debe de ser un objetivo social compartido por alumnado profesorado y familia. Nos jugamos mucho, porque a menudo la escuela es un rompeolas social», asegura Luis Domingo González. En este marco, la Inteligencia Artificial, según remarca, «debe tomarse como ayudante y asistente personal, y siempre con un espíritu critico en su uso. Nunca deberá ser un atajo que sustituya al esfuerzo personal, pero sería un fracaso»

Educación e inteligencia artificial han de ser dos áreas que vayan de la mano, en opinión de Fernando de la Prieta Pintado, delegado del rector para la Transformación Digital de la Universidad de Salamanca. «Vivimos una era de transformaciones vertiginosas, y la Inteligencia Artificial aplicada a la educación lo permite todo, desde la personalización del aprendizaje a la automatización de tareas, y a todos los colectivos».

De la Prieta destacó el impensable avance que ha traído el nuevo concepto de IA generativa al permitir la generación de textos e imágenes «que permite, en un mundo de inmediatez en el que todo lo necesitamos para ayer, dar respuesta a todo esto». «Pero la IA no nos debe dar miedo, es una herramienta a nuestro servicio que debemos saber utilizar para nuestras tareas».

«La IA no debe ser vista como una revolución, sino como una transformación», señaló, para a continuación marcar el reto en el ámbito de la institución académica. «Tenemos que formar a toda nuestra comunidad, tanto docentes como personal de administración y servicios, para que conozcan estas herramientas - no solo Chat GPT sino el resto de inteligencias artificiales generativas que tenemos a nuestro acceso, como Gemini, Copilot, etc- y las empiecen a utilizar en su día a día. Si duda habrá riesgos. Pero si no los asumimos, la evolución tecnológica nos va a superar».

Para el delegado de Transformación Digital de la Universidad, la institución ha de ser capaz de formar correctamente a los estudiantes en IA. «Quien utiliza estas herramientas de forma habitual tiene superpoderes, que es un término que me gusta mucho en este ámbito. Y estos alumnos con superpoderes contarán con ventajas para acceder al mercado laboral. La tecnología es un vehículo que apoya a todos los ámbitos de conocimiento. Conocer IA es relevante en todos los ámbitos».

Al hilo de este concepto, Fernando de la Prieta planteó el desafío de que la Universidad aproveche en su propio beneficio las ventajas de la Inteligencia Artificial ayudando a mejorar los procesos internos, así como la comunicación con la comunidad universitaria. «En esta cultura de la inmediatez, es clave incorporar herramientas para contestar rápido a los estudiantes». Advirtió, sin embargo, de los posibles fallos de la IA –«a veces no funcionan bien del todo, como sucede con todas las herramientas», pero destacó, en nombre de la institución académica, que «la IA tiene un potencial ilimitado para transformar todos los ámbitos de la vida universitaria. Debemos informarnos y empezar a utilizarla para mejorar lo básico, la educación de las personas».

Olga Arranz García, profesora encargada de cátedra de la Universidad Pontificia de Salamanca, presentó las oportunidades que ofrece la Inteligencia artificial para mejorar la calidad educativa y preparar a los estudiantes para los retos y desafíos del siglo XXI. «Debemos verla -dijo- como un apoyo, como el copiloto que nos va a complementar en el camino, aunque seamos nosotros los que seguiremos llevando el timón».

Incidió Arranz en que, en todo caso, es el ser humano el responsable de interpretar lo que la IA aporta. «Nuestros alumnos deben entender que son ellos quienes han de desarrollar su creatividad individual y no basarse simplemente en lo que les dé una máquina. Es importante que fortalezcan su pensamiento crítico y su sentido ético».

Repasó Olga Arranz los precedentes de la actual IA generativa, como los asistentes tipo Siri, Alexa y otros, y destacó la aparición ellos chatbots en 2022 como momento clave. «60 días después ya los utilizaban 22 millones de personas en todo el mundo». «Hoy día -recalca- tenemos una gran variedad de herramientas, tanto gratuitas como de pago, que nos hacen las tareas mucho más sencillas y eficientes».

Convivir con la IA en el mundo educativo como una herramienta a nuestro servicio debería ser el objetivo, para Arranz. «Está revolucionando la enseñanza y los alumnos la están usando cada día. Por eso los docentes tenemos que emplear metodología adecuadas. La IA nos ayuda a adecuar los contenidos de las materias al ritmo y necesidades de los estudiantes, contribuyendo a ofrecer una educación más centrada en el alumno».

La representante de la Universidad Pontificia puso de relevancia el momento histórico que plantea el avance tecnológico. «Estamos ante un reto ilusionante para todas aquellas personas e instituciones que estén abiertas a los cambios. Herramientas como la IA han venido para quedarse, y hemos de trabajar con ellas y utilizarlas como apoyo».

En referencia a los protagonistas del proceso, alumnos y profesores, Arranz advirtió que «ser nativo digital no significa ser competente digital. Es necesario que los profesores sean también competentes digitales, y para ello es primordial la formación».

«Hemos de ser conscientes de las oportunidades que se nos plantean, pero ojo, no hay que olvidar los desafíos. La IA no es humana, genera a veces contenido impreciso y tiene que ir aprendiendo. Por eso -apuntó Arranz. Hay que desarrollar perspectivas críticas en su uso para que los alumnos tengan esa visión crítica y responsable».

En este camino, Olga Arranz incidió en que será imprescindible en el ámbito educativo saber hacer convivir lo analógico y lo digital. «Es nuestra responsabilidad que estos cambios sirvan para obtener una mejor experiencia educativa tanto de los alumnos como de los docentes. Y que el libro no desaparezca».

El vicerrector de Formación Permanente y Doctorado de la Universidad Pontificia de Salamanca se refirió a la Inteligencia Artificial como “un cambio de paradigma completo”. “Es la gran realidad que atraviesa el cambio geopolítico, social, ético, moral y cultural que hace que nuestro mundo cambie a una velocidad vertiginosa”, aseguró.

El presidente de CSIF Salamanca puso en valor la iniciativa y recordó que estas sesiones permiten desmentir mitos. “La Inteligencia Artificial va a estar muy presente en nuestras vidas. Aquellos que sean capaces de utilizarla de la manera correcta, serán quienes tengan opciones en el terrero laboral, cultural y formativo”, reconoció.

El delegado del rector para la Transformación Digital de la Universidad de Salamanca destacó que los tres ponentes estuvieron de acuerdo en las bases de la Inteligencia Artificial. “Es una herramienta que debemos utilizar y poner al servicio de estudiantes y profesores para implantarla en el día a día y en todos los ámbitos”.

El Foro está patrocinado por la Universidad Pontificia de Salamanca, la Universidad de Salamanca y CSIF Salamanca.

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