Fiesta nocturna en San Justo: «No paraba de chillar»

Noche movida en el barrio de San Justo durante la pasada madrugada del lunes al martes. La Policía Local de Salamanca tuvo que intervenir al menos en dos domicilios por incidencias relacionadas con ruidos, música alta, voces y molestias a los vecinos.

En el primero de ellos, sobre las 23:38 horas, fueron desalojadas unas 10 personas. En la segunda vivienda, la incidencia vino de un aviso previo por parte de los vecinos. Al persistir, la Policía Local acudió de nuevo y fueron desalojadas tres personas. En ese momento se produjo un episodio de desobediencia y un altercado, por lo que se denunció a uno de ellos por desobedecer las órdenes de los agentes y arrojar basura en la vía pública sobre las 4:25 horas.

Los ruidos en otro domicilio, situado entre el número 9 y el 11 de la calle San Justo, provocaron también que los vecinos de la calle notificasen a la Policía en varias ocasiones las molestias que varios jóvenes estaban ocasionando desde su balcón, y los agentes, tuvieron que personarse en el lugar para corroborar los hechos sobre las 5:00 horas. Una de las vecinas que notificó a los agentes este incidente, cuyo domicilio se encontraba justo enfrente, ha explicado la situación vivida durante esa madrugada: «Un hombre estaba cantando una canción a voces sobre España en el balcón a las cinco de la mañana y era insoportable. A la calle se escuchaban voces y había muchísimo ruido. Me asomé al balcón y vi que el chico no dejaba de chillar y decidí llamar a la Policía a esa hora. Me dijeron que había estado otra patrulla con anterioridad en ese domicilio», explica.

Su compañera de piso asegura a este medio que no fueron las únicas en notificar a la Policía lo ocurrido: «Sobre las once y media empezamos a oír ruidos. Me fui a mi dormitorio para intentar descansar y el ruido era insoportable, parecía un jueves normal de fiesta. La Policía le dijo a mi compañera sobre las cinco de la mañana que habían recibido llamadas de más vecinos de la zona quejándose de la situación», manifiesta.

María Jesús vive cerca de la zona de fiesta de San Justo. «Hay muchos bares de copas que concentran a mucha gente y el ruido es elevado. Lo peor no es cuando vuelven a casa, pasan por debajo de los domicilios y escuchas voces, jóvenes cantando, gritos y peleas y te asustas. Este verano hemos tenido que dormir con las ventanas cerradas para no escuchar el ruido, y ni con esas», explica a este medio.

Juan también reside en el barrio. Denuncia la falta de civismo de los jóvenes durante las noches de fiesta: «Todos hemos sido adolescentes. A mi más que el ruido, me molesta la cantidad de basura y suciedad que los jóvenes dejan cada noche en el barrio. Todos hemos disfrutado, pero de otra manera. La sociedad es distinta, pero no concibo esa guarrería de tirar todo por el suelo sin conciencia ninguna», manifiesta.

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