Las empresas salmantinas, en vilo por el absentismo y la futura autobaja

En el año 2020, se contabilizaron un total de 2.673 bajas en la provincia, siendo el sector servicios el que más afectado se vio, seguido del industrial, del de la construcción y del agrario. El mayor número de bajas se dio en el ámbito de la industria manufacturera, que cerró el año con 587 bajas laborales, de las cuales cuatro fueron de carácter grave y una derivó en un fallecimiento. El sector de la construcción, el sanitario y el del comercio al por mayor y al por menor fueron los que más absentismo laboral registraron a lo largo del año.

En 2021, se registraron un total de 3.107 bajas laborales a nivel regional, dándose la mitad en el sector servicios, con ocho graves y dos mortales. En el año 2022, la Seguridad Social registró un descenso leve de bajas, cifrándose las mismas en 3.068, con cinco graves y cinco que resultaron mortales. Con los datos provisionales que el Ministerio de Trabajo ha publicado en su página web, se puede sacar la conclusión de que, en la provincia, la situación no parece remontar. Las bajas laborales no descienden y el absentismo sigue creciendo. Prueba de ello es que, el año pasado, entre los meses de enero y noviembre, Salamanca registró 3.086 bajas.

El presidente de CEOE CEPYME en Salamanca, Diego García, asegura que el absentismo laboral se ha disparado tras el coronavirus. «Al terminar la pandemia, parecía que la cosa iba a ir mejor porque empezó a haber menos bajas, pero, al cabo de un tiempo, eso cambió para mal. El índice de absentismo en la provincia es muy elevado y eso incide negativamente en la productividad y en la competitividad de las empresas porque, cuando se tiene que sustituir a un trabajador, los costes se elevan», asegura García, temiendo, además, la futura implantación de la autobaja que, hace apenas unos días, propuso Sanidad: «La autobaja propuesta por Sanidad es una mera ocurrencia. Si se implanta pronto, el absentismo crecería en la provincia y habría una escasez de trabajadores de forma imprevista, lo cual derivaría en que la creación de empleo en Salamanca sería menor».

Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Salamanca, Antonio Rollán, resalta que la mayoría de bajas laborales que se dan en el tejido empresarial salmantino están relacionadas con las enfermedades comunes y pide «una revisión rigurosa» para evitar que el sistema sanitario colapse y que las pequeñas y las medianas empresas sean las que más afectadas se vean. «Desde la Confederación de Empresarios, creemos que la nueva Ley de Familias también ha perjudicado a las empresas salmantinas con el permiso retribuido por enfermedad de un familiar», asegura Rollán, haciendo hincapié, a su vez, en los problemas de salud mental que han derivado en muchas bajas y solicitando que tengan más visibilidad.