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El 9 de agosto de 2020, hace exactamente cuatro años, Adif anunció el corte del tráfico ferroviario a través de la vía que conecta Salamanca y Fuentes de Oñoro. Realmente solo afectaba al tráfico de mercancías, porque el Gobierno de Pedro Sánchez ya había dado la última estocada a las conexiones de viajeros de la capital del Tormes con Portugal. El motivo de este cierre fueron las obras de electrificación de la línea que conecta la ciudad con la frontera lusa. Fue en esos días cuando comenzaron los trabajos para remodelar el apeadero de La Alamedilla, que se paralizaron apenas unos días después y todavía se encuentran a medio empezar. No fue esta la única intervención que se detuvo en aquel momento, sino que el «parón» ha afectado a todas las obras de electrificación, que ya acumulan más de tres años de retraso.
Pese a que el Ayuntamiento llevaba desde 2018 insistiendo en la necesidad de realizar unos cambios en el proyecto para electrificar la línea, no fue hasta agosto de 2020, con las obras ya en marcha, cuando Adif aceptó introducirlos. Desde ese momento, los trabajos quedaron prácticamente paralizados a la espera de que se redactase una modificación en el proyecto de adecuación de gálibos para adecuarlo a las necesidades del Puerto Seco y para ganar un carril más de circulación en parte de la calzada del acceso Sur a la ciudad del Tormes —avenida de Saavedra y Fajardo—. No ha sido hasta este año cuando ese documento ha estado listo y se ha aprobado. Sin embargo, al comenzar el verano faltaba el visto bueno al impacto económico que estas modificaciones van a tener en el presupuesto de las obras. Según la información trasladada a los trabajadores de Adif y Renfe, esa autorización iba a tramitarse a lo largo de este verano para que las obras pudiesen reimpulsarse en octubre.
Al margen del aumento de las frecuencias de trenes rápidos a Madrid —ya se ha logrado la cuarta después de cuatro años y medio y las instituciones reclaman la quinta—, la otra gran reivindicación de la provincia en materia ferroviaria es la recuperación de la Ruta de la Plata. La reapertura del tramo entre Plasencia y Astorga llegó a ser considerada «preferente» por el Parlamento Europeo, pero el Gobierno ha dejado escapar la oportunidad de que esa infraestructura accediese a más financiación europea y ha relegado a 2026 la decisión de si se apuesta o no por ella.
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