El país al que mira la Universidad de Salamanca ante la caída de los alumnos de español chinos
El país asiático sigue con su política de covid cero y apenas concede visados a sus ciudadanos para salir del país
El final de las restricciones a la movilidad internacional ha tenido un reflejo positivo en los cursos de español para extranjeros de la sociedad Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca. Después de dos años de “parón”, los programas formativos para el aprendizaje del castellano han recuperado su ritmo, pero el perfil de los estudiantes ha cambiado y también la duración de los cursos que demandan, ya que son más cortos y, como consecuencia, los ingresos que obtienen por ellos son más bajos.
“A fecha de septiembre, hemos tenido 4.000 alumnos presenciales y 3.500 en línea, son prácticamente las mismas cifras que en 2019, incluso podemos terminar el año por encima, pero la medición no debe hacerse solo por número de estudiantes, sino por la duración de los programas que realizan y estos han sido mucho más cortos este año”, reconoce José Miguel Sánchez Llorente.
Este cambio es consecuencia, por un lado, de la escasez de alumnos procedentes de China, ya que el país sigue con su política de covid cero —parece que podría alargar las restricciones durante dos años— de manera que apenas concede visados a sus ciudadanos para salir del país. Un duro golpe para Cursos Internacionales que llegó a sumar un millar de estudiantes procedentes de país asiático que hacían programas de hasta 40 semanas de duración.
Por otra parte, frente al descenso de los chinos se ha producido un aumento de los europeos, ya que la pandemia les ha frenado a viajar a Iberoamérica, sin embargo, el perfil de estos alumnos no es comparable con el de los asiáticos, principalmente porque demandan cursos cortos, de solo una semana de duración.
“También han disminuido los norteamericanos. En Europa se sigue hablando de covid y hay que recordar que en algunas zonas de Estados Unidos siguen considerando que ellos no tuvieron covid y, además, la guerra de Ucrania piensan que es un peligro. Así que la situación no está normalizada aún tampoco con Estados Unidos”, comenta Rosario Llorente, directora académica de Cursos Internacionales y señala otro factor negativo: la disminución del interés por el español entre los universitarios americanos, aunque que sube entre los escolares.
Ante esta complicada situación, la Universidad de Salamanca mira a Brasil como posible solución, y más ahora que Lula da Silva ha ascendido a la presidencia, pues hay que recordar que fue la persona que impulsó en 2007 la enseñanza del castellano en el país carioca, creando un programa de formación para once millones de alumnos del que la Universidad de Salamanca fue el referente.
“De acuerdo al plan estratégico tenemos que volcarnos hacia Brasil y Estados Unidos”, apunta Sánchez Llorente convencido de que Brasil tiene potencial para ser el “sustituto” de China. En esta línea, Cursos Internacionales ya ha firmado un acuerdo de colaboración con el Banco Santander por el cual Cursos de la Universidad de Salamanca realizará anualmente la formación de español como segunda lengua de aproximadamente 20.000 estudiantes brasileños. Serán programas de formación en línea, pero el consejero delegado confía en sentar las bases para que luego esos alumnos se animen a viajar a Salamanca a completar su conocimiento del castellano.
En el caso de Estados Unidos, Cursos Internacionales espera agilizar la recuperación de este mercado con un nuevo proyecto que incluye la relación de exámenes de español, la preparación de materiales para prepararse esos exámenes, tanto para alumnos como para profesores, y la generación de nuevos materiales formativos, pero enfocados a la inteligencia artificial. Este proyecto está dentro de la solicitud que la Universidad ha realizado al PERTE Nueva Economía de la Lengua. “Queremos convertirnos en la fábrica de creación de materiales y exámenes”, hace hincapié José Miguel Sánchez Llorente.
