El Miserere de Doyagüe vuelve a la Catedral de Salamanca

Manuel José Doyagüe, uno de los compositores más relacionados con el tiempo de Pascua en la capital salmantina, es recordado durante estos días gracias a la recuperación de sus piezas para los conciertos. Su extensa obra ha permitido que durante una década se interpreten nuevas partituras, desconocidas hasta el día de hoy para el público.

Las fuentes documentales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX muestran que durante la Semana Santa charra se interpretaba en la Catedral este mítico Miserere, que había recibido grandes elogios, originado leyendas e incluso había llegado a ocupar un lugar preferente en las estanterías del compositor italiano Rossini. Sin embargo, con la normativa papal del año 1903, se inició la pérdida de esta tradición, mientras las partituras se agrupaban en los archivos de los estantes de diversos archivos catedralicios.

Fue hace una década cuando, desde la Junta de Semana Santa de Salamanca, surgió la iniciativa de recuperar e interpretar aquella música que quedó encerrada. Desde entonces, se viene ofreciendo al público un número de piezas de Doyagüe y otros maestros de la Catedral, con un programa distinto cada año que gira en torno a uno de los misereres del compositor. Además de rescatar una tradición, el público contemporáneo descubre cómo fue la “banda sonora” del templo durante el Triduo Sacro.

Como cada año, esta cita musical presenta un concierto en el que se recuperan para el público actual composiciones del archivo de la Catedral que permanecen inéditas. De este modo, hoy se podrá asistir al estreno absoluto en tiempos modernos de la ‘Lamentación tercera del Miércoles Santo para Alto y Piano obligado’. La obra recrea las Tinieblas de este día de Semana Santa, con sus tres lamentaciones: la primera para ocho voces, la segunda a solo de tiple (soprano) y la tercera a solo de alto con piano obligado. El Miserere suena precedido de su antífona “Christus factus est” y cierra con la puerta a la Resurrección “Terra Tremuit”.

El altar estará adornado con el “tenebrario”, un candelabro conformado por 15 velas , que no serán encendidas durante el concierto, y que representaban a todos los apóstoles, excepto a Judas Iscariote, además de a las tres Marías y a la Virgen.

La obra de este año será interpretada por la soprano María del Monte Pindado, el alto José Hernández Pastor, el tenor Jesús Calvo Cilla, el barítono Antonio Santos García, el tenor y salmista Esaú Pérez Pérez, el piano de Manuel Calvo Núñez y el concertino Sergio Fuentes Rafful. Josefa Montero ha sido, un año más, la encargada de realizar la transcripción de las partituras del reconocido salmantino. Raúl J. Ortiz Hierro será quien dirija el concierto y Antonio Santos Corral, director del Coro Ciudad de Salamanca, se encarga de la edición.