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Miércoles, 16 de diciembre 2020, 14:06
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Salamanca capital acumula cinco días en pleno mes de diciembre con temperaturas máximas de más de 10 grados. Puntualmente incluso se ha acercado a los 15. Las mínimas, además, no han bajado de los 3 grados en estas jornadas, quedándose en ocasiones por encima de los 8 grados. Una situación muy diferente a la que seguramente hayan conocido nuestros padres o abuelos a estas alturas del año. Hace menos frío y los estudios no paran de atestiguarlo, como el último que ha analizado la evolución de la temperatura en los municipios europeos desde la década de 1960. El informe confirma el calentamiento global, aunque a dos velocidades en el caso de la provincia: más intenso en el oeste, atenuado en las zonas de sierra del sur.
Una investigación de OBC Transeuropea para la European Data Journalism Network (EDJNet) muestra que el incremento de la temperatura media anual en la provincia salmantina fue de 1,3 grados desde los años 60 a la década de 2010. Sin embargo, esa subida no se ha dado por igual en todos los municipios de Salamanca. La capital, por ejemplo, ha experimentado una subida de 1,2 grados de media. De hecho, la mayoría de poblaciones se mueve en ese rango de 1,2 a 1,3, a excepción del oeste y el sur de la primera.
Los pueblos ubicados en Las Arribes, comarca de Ciudad Rodrigo y el Campo de Azaba han visto como las temperaturas se han disparado, con entre 1,5 y 2 grados más en medio siglo. Hinojosa de Duero se lleva la palma, con un incremento de 2,12 grados, el más alto de la provincia. En cambio, en el sur, la situación climática ha sido más estable, aunque también hace menos frío en invierno y más calor en verano. Varios municipios de esta zona presentan un aumento de la temperatura por debajo de un grado. San Miguel de Valero y Valero son las dos localidades en donde el calentamiento está golpeando con menor intensidad, ya que allí la temperatura media anual solo se ha elevado 0,77 grados.
El propio estudio recuerda que hay varios factores que influyen. Uno de los más importantes es la densidad de población, ya que cuanto más alta sea, más contaminación habrá y, por lo tanto, más calor. La otra es el uso de la tierra, ya que allí donde hay una mayor cubierta vegetal, el aumento es más moderado. También destaca que el calentamiento reduce las nevadas en los sistemas montañosos, como bien saben en Béjar. La temperatura media en la localidad textil ha subido 1,21, mientras que en otras localidades del entorno asciende a 1,35.
El único consuelo que queda a los salmantinos lo ofrece la comparación con otros puntos del país y de Europa. La provincia salmantina es una de las que menos sufre el calentamiento, ya que hay otras 43 provincias españolas que lo están pasando peor. Baleares es la que arroja los datos más preocupantes, con una subida de 2,27 grados desde la década de los 60, seguida por Madrid, con 2,18. En los Alpes, norte y Este de Europa, el incremento roza de media los 3 grados.
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