Educación incumple su objetivo y no acelera el pago de las becas
El Ministerio adelantó el plazo de solicitud cuatro meses, pero aún no ha ingresado a los estudiantes el dinero concedido
El Ministerio de Educación reformó a principios de año el sistema de becas para estudiantes universitarios y, como novedad, adelantó cuatro meses la convocatoria de becas para el curso 2022-23 con el objetivo de comunicar a los estudiantes si tenían beca antes de que comenzaran las clases y, a su vez, adelantar el pago del dinero concedido.
Sin embargo, hace más de dos meses que las universidades comenzaron las clases y los alumnos, no solo no han cobrado la beca, sino que hasta la semana pasada no empezaron a comunicar las resoluciones, por lo que a estas alturas del curso son muchos los que desconocen si finalmente han obtenido la beca del Ministerio de Educación, cuál es el dinero que recibirán de la parte fija de la ayuda —hay que recordar que hay una parte variable que se conoce al final del proceso— y cuándo la cobrarán.
“La reforma no solo no ha conseguido ninguno de los objetivos planteados, sino que, además, agrava la situación de muchos estudiantes que por el adelanto de las fechas de solicitud no pidieron las becas a tiempo”, denuncia Moisés Piñero, presidente del Consejo de Delegaciones de Estudiantes de la Universidad de Salamanca, y reclama al Ministerio de Educación que en próximos cambios consulte a los alumnos y haga una mayor campaña de información. Según los datos de la Universidad de Salamanca, algo más de 1.300 estudiantes, de un total de 12.609, han dejado de figurar como solicitantes de las ayudas.
En concreto, el plazo para solicitar las becas universitarias comenzó a finales del mes de marzo y se extendió hasta el 12 de mayo, de manera que los estudiantes que estaban aún cursando estudios de Bachillerato tuvieron que formalizar la solicitud sin saber si iban a aprobar, qué iban a estudiar y dónde iban a matricularse. Hasta este año los alumnos pedían la ayuda a la vez que se matriculaban, por lo que los nuevos plazos han supuesto un gran cambio.
“Se han adelantado los plazos, pero nos encontramos con el mismo retraso en el pago, de manera que los estudiantes tienen que seguir afrontando con sus propios fondos o los de sus padres el gasto de los primeros meses de la carrera, lo que genera un problema muy grande”, asegura Néstor Prieto, responsable de la asociación Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA), e incide en las serias dificultades de algunos alumnos para pagar el alquiler y el resto de los pagos. “Las becas son insuficientes y, además, deficitarias tanto en las formas como en el fondo”, añade.
La modificación de las fechas no solo no ha servido para agilizar las resoluciones y adelantar el pago de las becas, sino que también ha complicado la gestión de los servicios de becas de las instituciones académicas.
Hasta mediados de julio tuvo lugar la primera fase de tramitación de las becas por las unidades universitarias, durante los meses de verano de julio y agosto se procedió al cruce de datos con la Agencia Tributaria para ver si los alumnos sobrepasaban o no los límites económicos. Es cierto que los estudiantes recibieron una comunicación en agosto informándoles acerca del cumplimiento de este requisito, pero también es verdad que la mayoría de los solicitantes saben con anterioridad a la pedir la beca si están dentro de los límites y lo que realmente les genera incertidumbre es saber qué cuantía van a recibir y cuándo.
En septiembre se abrió el acceso al formulario de solicitud de beca para que los alumnos modificaran datos y aportaran documentos teniendo ya en cuenta su situación real. Y desde octubre hasta diciembre está la segunda fase de tramitación en la que las unidades de becas están comprobando de nuevo los datos y las alegaciones presentadas.
Como consecuencia, el procedimiento de tramitación está resultando más complejo, duplicando la grabación de solicitudes y aumentando el número de solicitudes a estudiar, en concreto, un 5% más que el curso anterior en la Universidad de Salamanca.
