«Cuando disfrutas lo que haces, el esfuerzo se lleva con gusto»
Los salmantinos de Queloque's Band relatan como es su día a día en las fiestas de Salamanca y cuál es la razón por la que se dedican a ello
Aurelio Peña
Lunes, 15 de septiembre 2025, 10:26
La charanga Queloque's Band: música, fiesta y pasión por lo que hacen.
«Hemos sido músicos toda la vida y esto es lo que nos gusta; nos lo pasamos bien», afirman con entusiasmo los integrantes de Queloque's Band, al explicar por qué se dedican al mundo de las charangas.
Esta banda salmantina, conocida por su energía y cercanía, comparte cómo es su día a día durante las fiestas de Salamanca: «Preparamos los instrumentos con antelación, como cada año, para acompañar a los cabezudos. Tenemos dos sesiones: una por la mañana y otra por la tarde. Al final, pasamos todo el día con ellos y solemos terminar en alguna terraza, relajándonos un poco tras la jornada».
Pero su actividad no se limita a la capital. También recorren diversos pueblos de la provincia, llevando su música y alegría a las fiestas patronales. «La verdad es que apenas notamos diferencias entre las rutas en la ciudad y en los pueblos. Al final, hacemos lo mismo: animar a la gente, tocar música en la calle y disfrutar con el público», comentan. Destacan además la similitud entre los pasacalles y las salidas con los cabezudos, ya que ambos formatos requieren dinamismo, conexión con el público y mucho ritmo.
El domingo mismo estuvieron acompañando a los míticos cabezudos por las calles de Salamanca. El recorrido, que tiene una duración aproximada de dos horas, comienza y finaliza en el Polideportivo Municipal de La Alamedilla. Una cita esperada cada año tanto por niños como por adultos, que disfrutan con ilusión de este clásico de las fiestas, amenizado por el sonido inconfundible de Queloque's Band.
Aunque su actividad principal se concentra en verano, detrás de cada actuación hay un gran esfuerzo y preparación. «Nos reunimos dos o tres veces por semana para ensayar el repertorio que usamos en los espectáculos», explican.
La constancia y la pasión son claves para mantener el nivel y seguir conectando con el público.
«Lo bueno de este trabajo es que, al final, no lo sentimos como tal, porque nos gusta lo que hacemos. Cuando disfrutas lo que haces, el esfuerzo se lleva con gusto», concluyen los músicos.
Tras cada sonrisa, cada sprint y cada caña, hay un trabajo detrás, una unión de todos los presentes al acontecimiento que son capaces de crear una armonía sin igual.
Sin charangas no hay cabezudos, sin cabezudos no hay charangas. Y sin ambas dejaría de existir una tradición de gran importancia para la ciudad, sobre todo para los niños. Las charangas realizan una función esencial en las fiestas de la ciudad.