La DGT fracasa en la eliminación de los coches 'zombies' de Salamanca
Las bajas temporales de vehículos rebasan las 11.000, de las que solo una mínima parte están motivadas por robo o ventas
Al final de la pandemia la Dirección General de Tráfico (DGT) inició una campaña agresiva con el objetivo de acabar con los conocidos comúnmente como 'coches zombies': aquellos vehículos dados de baja temporal y que, en ocasiones, nunca se revierte ni se llega a dar la baja definitiva.
La DGT envío cartas amenazantes a los propietarios de los vehículos que habían solicitado estas bajas para informarles de la situación administrativa en la que se encontraban. Al año siguiente cambió la normativa y se puso un máximo de un año para estas bajas temporales, sino se actuaría de oficio.
Sin embargo, tras la vorágine que supuso este cambio en el que se implicó también la Asociación Española de Desguazadores y Recicladores del Automóvil (Aedra), todo quedó en nada. Según los datos de la DGT, en Salamanca hay 11.230 vehículos en solicitud de baja temporal, de los que solo una mínima parte se realizan por transferencias o por el robo del vehículo.
En el caso de acuerdos de compra-venta son 781, un trámite legal para que dé el tiempo necesario y 939, por sustracciones, a la espera de la posible recuperación del vehículo. En las propias estimaciones de Tráfico, se calcula que solo el 30% de los vehículos que se encuentran en baja temporal lo estarían haciendo de la manera que lo permite la norma, por lo que habría cerca de 7.000 turismos, furgonetas y camiones que se encontrarían en esta situación de limbo legal.
Uno de los objetivos de la DGT para frenar esta práctica fue evitar la reventa de piezas en el mercado negro, la exportación de vehículos de ocasión en otros países (para lo que no se necesita la baja definitiva) o desguazar coches de forma ilegal fuera de la normativa medioambiental y revender así las piezas.
Varios desguaces de Salamanca, consultados por este periódico y socios de Aedra, confirman que Tráfico «no ha actuado de oficio», tal y como había anunciado. «Metieron un poco miedo, pero al final ha quedado nada porque no se han retirado los vehículos que llevan tiempo y menos los de un año», señalan. Ellos recuerdan que como Centros de Tratamiento autorizados deben recibir los vehículos enteros y posteriormente realizar el reciclaje cumpliendo todos los criterios medioambientales.
