«Es como despedirse de un hijo más»
Durante dos meses, los niños saharauis han disfrutado de un verano fuera de los campamentos gracias a 'Vacaciones en Paz', recibiendo asistencia sanitaria y mucho cariño
Sergio García
Salamanca
Martes, 2 de septiembre 2025, 06:30
Empieza septiembre y el grupo de 15 niños y niñas saharauis que había venido gracias a la iniciativa 'Vacaciones en Paz', de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca (AMPUSASA), se despide de sus familias de acogida.
A las 13:15 de ayer, el grupo partió en autobús rumbo a Madrid. Cada verano, durante los meses de julio y agosto, Cruz Roja colabora en esta iniciativa que busca ofrecer a estos menores un verano diferente con familias salmantinas, brindándoles un respiro frente a las durísimas condiciones de vida en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).
El programa cuenta con la participación de 15 familias, de las cuales 11 repiten año tras año. Entre ellas se encuentra la familia Flores Sierra, que ha pasado el verano junto a Amal por segundo año consecutivo. «De este verano me llevo mucha alegría, cariño y, sobre todo, el aprender a valorar otras cosas que no son materiales», comenta. «Recuerdo que la primera vez que vino, se sorprendió muchísimo al ver árboles. Fue como un '¡ay!', y fue bastante chocante. Este año ya se acordaba y conocía muchas más cosas, así que lo ha disfrutado mucho más, porque el primer año todo fue una sorpresa», añade.
Por otro lado, Mar Francés comenta que lo que más le ha sorprendido ha sido la facilidad con la que la pequeña se ha adaptado a todo. Y entre risas, añade: «Lo que más ilusión le ha hecho ha sido llevarla a un concierto de rock. De hecho, mientras se despide, lleva una chapa pegada en la camiseta de su grupo favorito».
Todos se despiden con tristeza, pero también con la esperanza de volver a encontrarse el próximo año.
En el municipio de Pereña de la Ribera, la familia Sendil también ha vivido una despedida especialmente emotiva. Han compartido cuatro veranos con el mismo niño saharaui, que ya es considerado como uno más, no solo en la familia, sino en todo el pueblo. «Está totalmente integrado. Tiene su peña, participa en las fiestas del pueblo… Lo conocen todos. Es como un hijo más», cuenta Javier Sendil. El pequeño, con una sonrisa llena de orgullo, cuenta que su peña se llama «El K-aos», y que formar parte de ella ha sido una de las experiencias más emocionantes de su verano.
Este ha sido su cuarto y último año en el programa, y la despedida ha estado cargada de emoción. «El año que viene va a haber un vacío muy grande. Se va con mucha tristeza, pero también con la alegría de haber compartido tanto durante estos años», concluye Javier, visiblemente emocionado.
Tras su llegada el 17 de julio, todas las familias coinciden en que ha sido un verano fantástico. Además, agradecen que este proyecto se lleve a cabo cada año, ya que permite que los niños disfruten de unas vacaciones lejos de las altas temperaturas del desierto, y ellos también disfrutan enormemente de la experiencia compartida.