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El Colegio de Médicos de Salamanca confiesa su preocupación por «la velocidad con la que está aumentando el número de médicos sin especialidad que asumen consultas de Atención Primaria». Según apuntan desde el Colegio, «hace un par de años habría una decena de médicos extracomunitarios en Salamanca, pero actualmente ya son cerca de 50» -afirman- y las perspectivas apuntan a que la cifra pueda seguir aumentando porque sigue sin alcanzarse el ansiado equilibrio entre los MIR que terminan su formación y los facultativos que se jubilan.
La contratación de médicos de familia sin especialidad -en su mayoría extracomunitarios- comenzó siendo una medida con carácter de excepcionalidad durante la pandemia, pero se prolongó en los años posteriores para combatir, de alguna manera, los puestos de difícil cobertura, y se ha empezado a generalizar de un modo 'peligroso' en algunas zonas de España. «En Barcelona y Tarragona, por ejemplo, son mayoría los médicos extracomunitarios respecto a los comunitarios», apunta el vocal de Atención Primaria Rural del Colegio Médico, Pablo Baz.
Los médicos españoles detectan, incluso, lobbies de presión por parte de los médicos extracomunitarios que aleccionan a sus compatriotas través de redes sociales sobre cómo homologar sus títulos sin necesidad de realizar el MIR. «Lógicamente, los colegios médicos están preocupados porque no es lo mismo atender a la población con una formación de 11 años, que con la formación que pueda traer un médico de una universidad de desconocida fiabilidad, pero se empieza a ver como una batalla perdida porque los gestores de todo el país los necesitan y algunos datos hablan de que entran en el sistema nacional de salud 2.000 médicos extracomunitarios al mes».
El propio presidente del Colegio, Santiago Santa Cruz, considera que «la capacidad que puede tener un médico nada más salir de la facultad y sin haber hecho el MIR es muy limitada. Por eso es tan importante la formación sanitaria especializada».
Los médicos que se forman en España necesitan cursar una carrera de seis años, superar un exigente examen MIR, especializarse con una residencia de cuatro años y, posteriormente, prepararse y aprobar una oposición para intentar conseguir una plaza en propiedad. «En menos de 13 años es casi imposible recorrer todo esto. Ser médico es un camino de espinas, pero el resultado es que acaban siendo profesionales excelentes. No queremos que esa excelencia se convierta en una minoría dentro de España», apunta el doctor Baz.
Por otra parte, la previsión de jubilaciones sigue siendo inabarcable de compensar. «De aquí a final de año se esperan 30 jubilaciones en Salamanca», avanzan los colegiados. ¿Se compensarán con la llegada de nuevos médicos? «De ninguna manera», pronostican. «De los 18 médicos MIR que terminan este año su residencia, con suerte se conseguirá fidelizar a 10 u 11. La verdad es que es una cifra muy buena que otras provincias desearían tener, pero es insuficiente para compensar las jubilaciones», opina Pablo Baz.
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