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El actor Daniel Grao PHOTOSHOOT BY @DANIEL PIEDRABUENA
Daniel Grao: “Con el trabajo de gogó y ‘stripper’ me pagué las clases de interpretación”

Daniel Grao: “Con el trabajo de gogó y ‘stripper’ me pagué las clases de interpretación”

El protagonistas de “Hit” en TVE llega este viernes al Liceo con “La máquina de Turing”

Lunes, 29 de noviembre 2021, 10:40

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Daniel Grao, que protagoniza “Hit” en TVE, actuará el viernes 3 de diciembre en el Liceo de Salamanca con “La máquina de Turing”.

Hay actores de éxito que rechazan hacer teatro. Se gana poco y resta vida personal.

Yo intento hacer teatro, cine y televisión en paralelo. En teatro he hecho delicatessen que me han interesado mucho. También me ha interesado con quién las he compartido y quién las ha dirigido.

A Salamanca viene con “La máquina de Turing”.

Me ofreció la obra Claudio Tolcachir, con quien ya había trabajado y me apetecía mucho repetir con él. Turing es un personaje bastante desconocido. Cuando leí la función y me adentré en su biografía quise hacerle justicia.

Salvó muchas vidas.

Hizo mucho por la sociedad de su época y de nuestra época. Coqueteó con la inteligencia artificial y fue tratado casi de loco; descifró Enigma, lo que provocó que los nazis perdieran la Segunda Guerra Mundial... Diez años más tarde se le condenó por homosexual a castración química y acabó suicidándose. Hay algo tan triste en ese final, tan injusto, que como actor he querido que se conozca la vida de Turing. Y hay algo heroico en Turing, que no mintió en el juicio sobre su relación. La reconoció y dijo: “No creo que hiciera mal a nadie. Lo volvería a hacer”. Lo dijo sabiendo a lo que le podían condenar. Es de una integridad que pensé que como actor debía apoyar esta historia que merecía ser contada.

La historia le obliga a un gran ejercicio actoral.

Teatralmente la historia es muy valiosa. Como actor es un reto hacer un personaje tartamudo y con algo parecido al síndrome de Asperger, con una mente brillante y rapidísima en lo matemático, pero con torpeza en lo social. Y llevo unos cuantos casos de madres espectadoras, con hijos con Asperger, que me han dicho que se han emocionado porque al verme a mí veían a sus hijos. Turing piensa muchas cosas a la vez y eso hace que mucha gestualidad se le dispare y no sea coherente con lo que está diciendo.

Puede emocionar, pero no es un “dramón”.

Me ha dado mucha confianza trabajar con Tolcachir para estar en mi punto del personaje, sin pasarme ni quedarme corto. Claudio siempre tiene los pies en lo veraz, que es mi obsesión como actor, y tiene una vocación humanista para contar la vida de Turing en retazos, desde las anécdotas más triviales a pasajes más grandilocuentes históricamente. El público se lleva la sensación de haber estado espiando una vida. Los espectadores van a la par del personaje, se llevan la sensación de conocerlo y eso provoca que el final sea más doloroso.

¿Cómo lleva que suenen los móviles durante la función?

Odio que suene un móvil, tanto si estoy en escena como en el patio de butacas.

En Salamanca rodó para televisión la película “Asesinato en la universidad”.

En Salamanca rodé también una de las primeras secuencias de “Acusados”, una serie que interpreté con Blanca Portillo, y que considero mi primer protagonista en televisión. De Salamanca tengo muy buen recuerdo y me apetece volver con una función. Y sé que la venta de entradas está animada desde que se anunció la obra.

En televisión interpreta ahora a Hugo Ibarra en “Hit”. Es un personaje pensado para Daniel Grao. Se lo ofrecieron.

Últimamente me estás ofreciendo personajes interesantes. Ya me pasó con “Perdida”, la serie que fui a rodar a Colombia, y cuando estaba trabajando en Bogotá me ofrecieron “Hit”. Es un personaje que me hace sentir muy orgulloso de tratar temas como la homofobia, las heridas que arrastras de la familia, o el sistema educativo como un reflejo de la sociedad. “Hit” demuestra que se puede entretener haciendo ficción con un pie en la realidad y aportar conciencia a problemas que están a la orden del día. La serie nos hace de espejo.

Era el niño gracioso que imitaba a los políticos de la época

Como padre, también conectará con todas las preocupaciones que nos asaltan sobre los hijos.

Claro. Con los problemas de identidad, las adolescencias, las adicciones, qué están tapando las adicciones... La adolescencia es un periodo convulso, y si no hay un abrigo familiar y social, los adolescentes se pueden ver perdidos y abocados a ciertas cosas de las que luego es muy difícil salir.

En el instituto conectó con La Mandrágora, donde se hacía teatro. Fue su salvación.

En la adolescencia era introvertido, tímido, algo inseguro. En casa no estábamos en el mejor momento, familiarmente. Eso no ayudó a que yo siguiera prendado de los estudios. De pronto, me desencanté, dejé de estudiar e iba a las clases que quería. Y en ese limbo en el que me encontraba con 16 o 17 años hubo un profesor, del que sigo siendo amigo, que tenía un grupo de teatro los viernes en el instituto. Hablar de autores, de poemas, y llevar a escena “El ritmo de la serpiente”, con textos de Lorca y música, fue un universo en el que pensé un par de años después, cuando había dejado los estudios. No sabía para dónde tirar. Cuando me pregunté si algo me había apasionado, me acordé de aquel grupo y probé con la interpretación.

Pero de niño le subían al mostrador de las mercerías e imitaba a Felipe González.

Me recuerdo muy echado para adelante y muy extrovertido cuando tenía 9, 10 y 11 años. Era el niño gracioso que imitaba a los políticos de la época. Seducía a la gente, era el centro de atención y estaba encantado. Pero en la adolescencia pasé al otro extremo.

Tuvo su momento de hacer papeles en despedidas de solteras. Y también fue stripper.

A los 19 años decidí tomar clases de interpretación. Mi padre siempre me ofreció ayuda económica, pero había en mí algo de “igual no me sale bien y me va a saber mal que me lo hayan financiado”. Y me encontré con este tipo de trabajo de gogó y stripper: con el trabajo de un verano, podía pagar todo el año de interpretación. Y así lo hacía, para evitar gastármelo, iba en septiembre, pagaba el año entero y me quedaba con la conciencia tranquila.

¿Qué está rodando ahora?

Estoy rodando un corto. Me gusta apoyar a nuevos directores y apoyar algunas historias. Y en primavera empezaré en un nuevo proyecto del que podré hablar.

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