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Reunión del equipo de Dirección del Hospital de Salamanca con los responsables de Cuidados Paliativos, con motivo del día mundial.
Los cuidados paliativos de Salamanca amplían su alcance y nivel de humanización

Los cuidados paliativos de Salamanca amplían su alcance y nivel de humanización

Vara:«Dimos la vuelta a la tortilla para poner el paciente en el centro de todo el sistema». El apoyo de la Obra Social La Caixa permite atender el final de la vida de personas en soledad

Javier Hernández

Salamanca

Domingo, 13 de octubre 2024, 06:15

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La Unidad de Cuidados Paliativos del Complejo Asistencial de Salamanca celebra el día mundial de la especialidad luciendo un concepto «centrado en el paciente y su familia» frente al «modelo rígido y paternalista del sistema sanitario».

Los cuidados paliativos de Salamanca no son solamente el referente dentro de la Comunidad, sino también un ejemplo para otras autonomías que tratan de importar algunas de las claves desarrolladas durante décadas en Los Montalvos.

En este liderazgo salmantino hay un punto de inflexión claro que es la entrada de la Obra Social La Caixa y su financiación para crear un 'Programa de Atención Integral a Pacientes con Enfermedades Avanzadas'. La entidad financiera aporta una subvención de 1,5 millones de euros que se traducen en la presencia de profesionales imprescindibles, pero que en otros servicios paliativos no existen: psicólogos, trabajador social, musicoterapéuta… «Durante estos años, la colaboración de la Obra Social La Caixa le ha llegado a 7.000 enfermos salmantinos y cerca de 15.000 familiares que han visto mejorada su calidad de vida», apunta el jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos, Francisco Vara.

Lo que hace diferente el modelo salmantino es su capacidad para adaptarse a las necesidades del usuario. «En el sistema sanitario el paciente tiene que ir pidiendo citas para ir de un especialista a otro. El enfermo debe adaptarse al sistema. Un sistema perezoso para amoldarse al paradigma del enfermo crónico. Nosotros le dimos la vuelta a la tortilla para adaptarnos a la persona. Si el enfermo está en Béjar, vamos nosotros a verle. En lugar de centrarse solo en lo físico -en médicos, enfermeras, etc- queremos llegar al aspecto social, emocional y espiritual», detalla del doctor Vara.

Salamanca también marca las diferencias gracias a la figura de los voluntarios formados específicamente en cuidados paliativos y que permiten atender todo aquello que se pretendía y no era posible por falta de profesionales.

Francisco Vara expone una tercera rama o alternatriva de cuidados paliativos que es la de la humanización. «Hacen falta recursos y organización pero nosotros estamos un poco por delante de muchos sitios».

A la histórica demanda de una intervención precoz para diagnosticar y atajar lo antes posible la enfermedad, los especialistas salmantinos han ido transformando demandas en realidades: la atención psicológica, que va más allá de los tratamientos médicos, y también la espiritualidad. «A las familias no les pregunta por la espiritualidad: lo que trasciende de ellos. Cuando son religiosos es más fácil, pero esto es ajeno a la religión», apunta Vara, que añade: «También hay que prevenir el duelo y después tratarlo. Es un momento muy complicado porque no todo acaba con la muerte. Nuestra organización del voluntariado específico de paliativos nos permite atender en el Hospital y a domicilio una situación terrible como es tener una enfermedad crónica avanzada y estar solo. La soledad al final de la vida es una epidemia, pero tenemos un 'Programa de atención a la soledad en el final de la vida'.

El modelo salmantino también contempla la participación del paciente en la toma de decisiones. Es una planificación compartida de la atención en la que se le exponen al enfermo diferentes opciones terapéuticas y se le consulta.

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