“Creo que el virus ha sacado lo mejor de todos”
A José Sánchez, del sector de las telecomunicaciones, le ha marcado la difícil situación vivida en las residencias
Otro de los sectores que ha tenido que estar al pie del cañón en estas semanas de confinamiento ha sido el de las telecomunicaciones, y además a pleno rendimiento, después de que muchas empresas optaran por el teletrabajo para poder salir adelante. "Las primeras semanas fueron de mucha actividad porque la gente no estaba lista para ese cambio y porque la mayoría de la tecnología que hay en las viviendas no estaba preparada para que pudieran desarrollar su trabajo igual que lo hacían en sus oficinas", explica José Sánchez, director gerente de Beta Sánchez.
Reconoce que han sido semanas de mucho estrés para poder atender a sus clientes en una época complicada para todos, aunque lo que más pesa es la carga emocional. "Por nuestro trabajo hemos visto cosas que nos han impactado mucho, como la situación de las residencias, donde veías que aunque intentaban hacer todo lo humanamente posible para atender a los mayores no tenían medios. Es una pena la situación que han tenido que vivir y que nosotros hemos visto in situ cuando acudíamos a montar los controles paciente-enfermero", lamenta.
Precisamente todo lo que ha vivido en estas semanas tan complicadas le ha hecho aprender una lección. "Todo esto hace que te des cuenta de que el mundo no solo es comprar y vender y aprendes a ser más humano y a conocer que hay otras realidades". Es por eso, explica José, que en su empresa decidieron hacer trabajos "a coste cero", igual que también están haciendo algunos de sus propios proveedores con ellos. "Creo que esta situación ha hecho que casi todos saquemos nuestra mejor parte y eso nuestros clientes nos lo están agradeciendo", afirma.
También en estos días de actividad frenética la protección de los trabajadores está siendo fundamental. "Siempre hemos intentado acudir a los sitios 100% seguros gracias a los EPIS que tenemos y a pesar del problema gordo que hubo para encontrar mascarillas, guantes, geles...".
Además, el haber estado en primera línea todas estas semanas hace que tenga clara una reivindicación. "No mejoraremos hasta que el Gobierno nos haga tests a todos y sepamos por fin si hemos pasado o no el virus", concluye.
“Tenemos que aprender a adaptarnos a los cambios”
Almudena Gallego se encarga de la gestión de 16 oficinas de Caja Rural por toda la provincia por lo que su mayor preocupación en estas semanas tan complicadas ha sido que su equipo estuviera bien, especialmente durante los primeros días de caos generalizado. “Lo más complicado fue la incertidumbre que hubo al principio y tener que tomar muchas decisiones para organizar la plantilla. A nivel profesional lo más importante ha sido conseguir que las oficinas estuvieran abiertas y que nuestros empleados, socios y clientes tuvieran el menor riesgo posible”, explica.
Asegura que esta situación nos tiene que enseñar a ser más resilientes “y a tener más adaptación ante los cambios” por lo que cree que es fundamental sentirse motivado y respaldado. “Tienes que transmitirle a tu equipo que todo va a ir bien y que estamos haciendo las cosas bien. Hay que estar pendiente de lo que necesita el cliente, pero también los empleados”, afirma convencida.
Lo más difícil de estos días “en los que parece que estás en una película de ciencia ficción” está siendo “aprender a vivir en la incertidumbre” y también los problemas por los que están atravesando algunos de sus clientes. “Desde la primera semana hemos intentado darles el servicio que necesitan, como el acceso a líneas de financiación a quienes tienen sus negocios cerrados, incluso antes de que salieran las líneas ICO”, explica.
Almudena compagina su trabajo en la oficina con el teletrabajo, "uno de los grandes descubrimientos en esta situación", asegura. "Lo llevo bien porque al tener que moverme por toda la provincia estaba ya acostumbrada a trabajar con mi portátil fuera de la oficina". Lo peor, reconoce también, es la conciliación. "Es complicado cuando tienes dos hijos pequeños de siete años y casi tres. Aunque he tenido la suerte de que mi marido ha podido encargarse de ellos, al final los niños son niños".
A pesar de lo complicadas que han sido y están siendo estas semanas de cuarentena asegura que de esta situación también se pueden sacar lecciones. "Además de a ser más resilientes también tenemos que aprender a vivir con la incertidumbre sin bloquearnos. Todavía nos queda tiempo hasta volver a la normalidad de antes".