«Se casaron al llegar a Santiago»

Muchos son los viajeros nacionales e internacionales que, en el último mes, se han propuesto realizar el Camino de Santiago y vivir una experiencia que cambiará sus vidas. Los albergues se encuentran en un momento de alta ocupación, mientras que la temporada alta en Salamanca comenzó el pasado mes de marzo. Solo el año pasado, 1.626 personas se alojaron en el albergue ubicado en la capital salmantina, una cifra similar a la registrada en 2023 y un 23,7% superior a la de 2022. Durante los últimos tres años, abril y mayo han sido los meses en los que se ha registrado un mayor número de peregrinos en la ciudad, seguidos de septiembre y octubre.

Desde Salamanca, los caminantes deben recorrer más de 500 kilómetros hasta la ciudad gallega de Santiago, lo que se traduce en más de veinte días de trayecto —en el caso de realizar la travesía a pie—. Sin embargo, muchos de ellos comienzan el recorrido en la ciudad de Sevilla y realizan la peregrinación por tramos. Las rutas más utilizadas por los peregrinos para llegar a la ciudad charra el pasado año fueron la Vía de la Plata —con un 75,8%— y la Ruta Sanabresa —utilizada por un 19,07%—, mientras que el 5% restante empleó otras rutas alternativas. Asimismo, el albergue salmantino dispone de 18 camas para los viajeros, quienes solo pueden pernoctar una noche en la ciudad.

«Cada persona se sumerge en el camino y busca su historia. Hay quien se encuentra a sí mismo, hay quien aprovecha para liberarse del barullo de la civilización, otros aprovechan para aprender que no necesitan tantas cosas para vivir... Cada uno, cuando llega a Santiago, saca su conclusión. Pero el Camino te cambia la vida», asegura Víctor Hernández, coordinador del albergue municipal 'La Calera' y presidente de la Asociación de Peregrinos de Salamanca.

Son muchas las experiencias que escucha de boca de los viajeros que recibe cada día en este alojamiento, que ya supera las dos décadas de vida. Una de ellas, una historia de amor, le emociona especialmente. «Una pareja se conoció haciendo la Vía de la Plata. Llegaron a Santiago y se casaron en la catedral. En un primer momento, querían casarse vestidos de peregrinos porque no tenían otra ropa. Sin embargo, sin explicación aparente, esa tarde apareció un vestido de novia y un traje de novio», explica.

Según Hernández, el peregrino nacional suele realizar el recorrido en condiciones muy diferentes a las del peregrino extranjero. «Los europeos que vienen desde Canadá o Australia hacen el camino entero, que son más de treinta días. El español lo hace por etapas o por ciclos», afirma.

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