Benjamín Crespo: «La Cámara está al servicio de las personas y las empresas»

¿Cómo describiría la situación actual del mercado laboral en Salamanca?

—Estamos ante un mercado laboral con muchas caras. Salamanca cuenta con un tejido empresarial diverso, que va desde sectores tradicionales como la construcción, la hostelería o el comercio, donde hoy en día cuesta encontrar personal disponible, hasta sectores emergentes como el tecnológico o el de servicios avanzados, que requieren perfiles muy especializados. Hay oportunidades, pero también desafíos importantes. Necesitamos seguir trabajando para ajustar mejor la formación a la realidad del mercado, y reforzar los puentes entre quienes buscan empleo y quienes lo ofrecen.

¿Qué perfil profesional es el más demandado actualmente en Salamanca?

—La demanda es variada, pero con un denominador común: las empresas necesitan personas comprometidas, que quieran crecer con ellas. En el ámbito tecnológico y digital, se buscan perfiles con competencias técnicas, especialmente en desarrollo, marketing digital o gestión empresarial. En paralelo, sectores clave como la hostelería, la agroindustria o la construcción están necesitando personal con urgencia, incluso sin requerir formación superior. Es decir, hay oportunidades tanto para quienes tienen una trayectoria profesional avanzada como para quienes buscan incorporarse al mercado laboral.

¿Qué medidas se pueden tomar para retener el talento en la ciudad?

—Retener el talento implica generar confianza. Salamanca tiene mucho que ofrecer, y desde la Cámara trabajamos para que las empresas puedan consolidarse, ofrecer estabilidad y atraer a profesionales. Apoyamos proyectos emprendedores, promovemos programas de formación especializada, impulsamos la FP Dual, y facilitamos el crecimiento de negocios que apuesten por quedarse aquí. No se trata solo de crear empleo, sino de construir trayectorias profesionales de futuro.

¿Considera que Salamanca ofrece oportunidades interesantes para los recién graduados?

—Sin duda. Salamanca forma cada año a cientos de jóvenes preparados, gracias a un entorno universitario de primer nivel. Y cada vez son más las empresas locales que valoran ese talento y están dispuestas a incorporarlo. El reto es conectar esos perfiles con el mundo empresarial desde etapas tempranas. Ahí entramos nosotros, facilitando prácticas, mentorías, programas de orientación y contactos reales con el tejido productivo. La oportunidad está, y el potencial es enorme.

¿Cree que Salamanca es una ciudad atractiva para emprendedores?

—Cuando hablas de Salamanca, a la gente se le pone una sonrisa en la cara. Es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, con calidad de vida, con una dimensión que permite conciliar, con talento joven, con precios accesibles y con una comunidad empresarial que crece. Todo esto crea un caldo de cultivo perfecto para emprender. Vemos cada semana a personas que apuestan por poner en marcha sus ideas aquí. Y cuando el entorno acompaña, las ideas florecen.

¿Qué acciones desarrolla la Cámara de Comercio de Salamanca para fomentar el empleo?

—La Cámara está al servicio de las personas y las empresas. Impulsamos programas como Talento Joven y 45+, que conectan directamente con quienes más lo necesitan. Apostamos por la FP Dual, por el emprendimiento, por la formación continua, y por poner a disposición de las empresas herramientas reales para crecer y generar empleo. También trabajamos codo con codo con las instituciones para que las políticas públicas se ajusten a la realidad del mercado local.

¿Qué servicios ofrece la Cámara de Comercio de Salamanca?

—Ofrecemos un acompañamiento completo: desde la idea inicial de un emprendedor hasta la internacionalización de una empresa consolidada. Asesoramos, formamos, orientamos, facilitamos trámites y generamos conexiones. Pero más allá de los servicios concretos, trabajamos con un propósito que nos guía en todo lo que hacemos: velar por el interés general de la economía de nuestra tierra. Eso implica apoyar a nuestras empresas, sí, pero también contribuir al desarrollo de Salamanca, a la creación de empleo y al bienestar de quienes viven y trabajan aquí. Nuestro objetivo es claro: ayudar a que el tejido empresarial salmantino sea más competitivo, más fuerte y más innovador, porque cuando nuestras empresas crecen, crece toda la provincia.

¿Cómo puede fomentarse la inversión en proyectos innovadores dentro de la ciudad?

—La clave está en generar un entorno donde las buenas ideas no se queden en el cajón. Eso pasa por facilitar la financiación, simplificar los trámites y acompañar al emprendedor o al inversor en todo el proceso. Salamanca tiene talento, infraestructuras, universidades y una comunidad emprendedora activa. Necesitamos seguir alimentando esa red con confianza y apoyo institucional.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Salamanca en términos de empleo y retención de talento?

—Uno de los grandes desafíos es lograr que los jóvenes formados aquí decidan quedarse. Necesitamos ofrecerles razones para construir su vida profesional en Salamanca. Y al mismo tiempo, cubrir la alta demanda de mano de obra en sectores clave. Eso exige una estrategia conjunta: más formación conectada a las necesidades reales, más apoyo a las empresas que crean empleo de calidad, y más colaboración entre todos los actores.

¿Cómo cree que evolucionará el mercado laboral en los próximos años?

—Estamos en plena transformación. El futuro del empleo pasará por la digitalización, la sostenibilidad, la inteligencia artificial y la formación continua. Las empresas que mejor se adapten serán las que lideren. Salamanca tiene la oportunidad de posicionarse como un polo de talento, pero eso solo será posible si actuamos coordinadamente, con visión de futuro y compromiso compartido entre empresas, instituciones y ciudadanía.

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