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Liz Rodríguez, en la actualidad, antes de iniciar su jornada laboral en un supermercado de la ciudad.
De autónoma, a trabajadora: «Ser empresaria es lo ideal, pero el sueldo es mejor por cuenta ajena»

De autónoma, a trabajadora: «Ser empresaria es lo ideal, pero el sueldo es mejor por cuenta ajena»

Los problemas de salud y las obligaciones económicas obligaron a Liz a cerrar su crepería. Hoy trabaja un supermercado

Belén Hernández

Salamanca

Sábado, 24 de agosto 2024, 21:40

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Para Liz Rodríguez, el estado ideal es el de emprendedor. A su pesar, desde hace año y medio, se ha tenido que pasar al otro lado, al del trabajador, por cuenta ajena. «Después de 15 años como empresaria en Venezuela, emigré a Salamanca, donde mi marido y yo abrimos una crepería», relata.

Trabajaron durante tres años en la ciudad ofreciendo al público una fusión de cocina española y venezolana. Tuvieron el enorme mérito de sostenerse a pesar de abrir al público en plena pandemia, pero el año pasado el peso de los gastos y los problemas de salud provocaron el fin de su sueño. «Sufro fibromialgia y mantenerme en pie tantas horas me suponía mucho esfuerzo. Obviamente, a esto, se sumaron los costes económicos del negocio, todo lo que conlleva ser autónomo como créditos, pagos y seguros...», cuenta Liz. Reconoce que estas obligaciones la agobiaban mucho. «Por eso, tomamos la decisión de cerrar. Fue en la primavera del año pasado», rememora.

En este momento, ambos trabajan por cuenta ajena. Su esposo encontró trabajo en una empresa de fabricación de paneles solares. Ella ya es coordinadora en una gran superficie de Salamanca. «Las ganancias sociales son mayores como trabajador. Como empresaria, podrás ganar más o menos, pero no puedes contar con ellas», relata.

No obstante, considera que ser empresaria es, para ella, «lo ideal». Recuerda que ya era emprendedora en su país. «Lo he sido durante mucho tiempo y me gustaba. Lo difícil es el pago de impuestos y empezar el negocio los primeros cinco años, pero, en España, con la pandemia y mis problemas de salud, se me hizo todo cuesta arriba».

Aunque lo idóneo es ser jefe, asume que «si tienes un sueldo, es mejor trabajar por cuenta ajena». Confiesa que, si quieres estar tranquilo con un salario mejor, «hay que trabajar para otro». Liz ha cerrado el círculo en Salamanca. Si en su país primero trabajó para una empresa, junto a su esposo, decidió dar el paso adelante y montar una empresa de catering y de gestión de recursos humanos, en los que tiene formación. En España, siguió por el mismo camino hasta que el primer brote de fibromialgia la hizo volver por sus pasos para regresar a los inicios y, con 50 años, formar parte de una plantilla.

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