El auge del vapeo en jóvenes dispara un nuevo perfil: el «bronquítico crónico»
El neumólogo Francisco José Roig: «Los vapeadores no son un juego. Son la puerta de entrada a una nueva generación de adictos». Más del 54% de los adolescentes entre 14 y 18 años ya han vapeado, según el Grupo Español de Cáncer de Pulmón
El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) ha dado la voz de alarma sobre el auge del vapeo entre los adolescentes en España. Según datos del colectivo de especialistas, más del 54% de los jóvenes de entre 14 y 18 años ya ha probado estos dispositivos, mientras que en la franja de 12 a 13 años el 25,2% reconoce haberlos utilizado alguna vez. La facilidad para adquirirlos, el atractivo de los sabores y su abundante presencia en redes sociales, donde se promocionan bajo una apariencia casi inofensiva, están consolidando lo que ya se describe como una nueva epidemia de tabaquismo moderno.
El neumólogo Francisco José Roig Vázquez, especialista en el Hospital HM Santísima Trinidad de Salamanca, advierte que el fenómeno supone un riesgo sanitario de primer orden. «Estamos viendo un tabaquismo moderno que no se parece al del cigarrillo clásico. Los cigarrillos electrónicos incorporan nuevas formas de adicción y problemas médicos, algunos de ellos muy graves, que ya estamos detectando en la práctica clínica diaria», señala.
Nuevas formas, mismos riesgos
Uno de los mitos más extendidos, recuerda el doctor, es que los vapeadores resultan menos dañinos que el tabaco tradicional. «La gente piensa que está inhalando vapor de agua con nicotina y aromas, pero la realidad es muy distinta. Muchos consumidores desconocen la verdadera procedencia de los dispositivos, que en ocasiones contienen la etiqueta de composición falseada», según Roig que añade que «todos los dispositivos contienen sustancias de base como glicerina vegetal y propilenglicol, productos no diseñados para ser inhalados que, al calentarse, generan aldehídos y gliceroles, compuestos irritantes y potencialmente cancerígenos», lamenta. Según precisa, estos componentes producen una inflamación progresiva de la vía respiratoria y ya han dado lugar a un nuevo perfil de paciente: «Estamos empezando a describir el bronquítico crónico del vapeador, con adolescentes que presentan toses persistentes, flemas e infecciones respiratorias de repetición. Además, ya hay casos de pacientes que acuden a Urgencias por problemas respiratorios».
El especialista añade otro factor clave: la inmadurez cerebral en edades tempranas. «Hasta los 22 años el cerebro no está completamente desarrollado. La exposición precoz a la nicotina u otros compuestos químicos puede alterar la plasticidad cerebral y generar problemas neurológicos o psiquiátricos a largo plazo», advierte con preocupación.
Roig subraya que la industria del vapeo está diseñando productos específicamente pensados para jóvenes: «Los hacen cada vez más atractivos, más fáciles de ocultar en mochilas o bolsillos, con sabores llamativos, e invierten en campañas muy agresivas en redes sociales. Un adolescente que empieza a vapear tiene muchas posibilidades de terminar fumando tabaco convencional cuando sea mayor, porque este consumo es una puerta de entrada al tabaquismo. Si la industria consigue crear un adicto adolescente, ya tiene un cliente para toda la vida».
Lejos de ser inocuos, los vapeadores generan efectos negativos desde la primera calada. «Ya existen estudios que han detectado más de 247 compuestos químicos en el vapor. Basta con un consumo esporádico para irritar las vías respiratorias y estamos observando efectos no solo pulmonares, sino también en otros órganos—problemas de tipo urológico—, porque los metabolitos se eliminan por la orina. Es cuestión de tiempo que aparezcan más evidencias de su relación directa con distintos tumores», explica el neumólogo, que prevé que en los próximos años se detectarán casos de cáncer de pulmón ligados exclusivamente al consumo de cigarrillos electrónicos.
Problema sanitario y social
El problema, en su opinión, no es únicamente sanitario. También es social y regulatorio: «La industria del tabaco va siempre por delante en diseños y estrategias y las normativas llegan tarde. Mientras se permita la venta libre de estos dispositivos, ya sea en estancos o por internet, vamos a tener consumidores y problemas médicos derivados. Si se puede vender, habrá adictos». Por ello, Roig reclama endurecer la regulación, espacios sin humo, restringir la publicidad en redes, limitar el acceso a menores, aumentar los controles de su venta y lanzar campanas dirigidas a menores en las que se muestre el daño real del vapeo y del tabaco tradicional sin edulcorar los mensajes.
Como ha ocurrido en otros países europeos y en comunidades autónomas como Galicia, donde ya se han iniciado medidas restrictivas. «El tiempo nos pondrá las pruebas delante, pero no debemos esperar a que aparezcan los primeros casos de cáncer para actuar. Los vapers no son un juego ni una moda inocente, son la puerta de entrada a una nueva generación de adictos», concluye el neumólogo.
Nuevos espacios libres de humo
El Ministerio de Sanidad trabaja en una reforma de la Ley del Tabaco que incluirá la ampliación de los espacios libres de humo. Entre los espacios incluidos figuran terrazas de hostelería, campus universitarios, centros docentes, instalaciones deportivas, marquesinas de transporte, vehículos con fines laborales y zonas exteriores de ocio. La medida también contempla la regulación del uso de cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado, que serán equiparados normativamente al tabaco convencional.
Galicia prohíbe los vapeadores a menores
Galicia se convierte en la primera autonomía en blindar por ley la salud de los menores frente a dos fenómenos crecientes entre adolescentes, los vapers y las bebidas energéticas. Así lo contempla el nuevo proyecto legislativo aprobado en julio por el Gobierno gallego, centrado en la prevención de conductas adictivas.