El ascensor y la pasarela de la Gran Vía, «ligeros» con aluminio y vidrio

El ascensor y la pasarela horizontal que mejorarán la accesibilidad en las escaleras de La Riojana, en la Gran Vía, tendrán como materiales de base aluminio y vidrio para dotarlos de un aspecto liviano y poco invasivo con el entorno. Además, se trata de componentes fáciles de mantener en una localización de la ciudad muy concurrida de peatones como de coches. El conjunto huirá de cualquier exceso de formalismos constructivos, atendiendo al informe técnico aprobado por el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Salamanca.

Se trata de una propuesta de campaña del Grupo Municipal Popular para salvar el desnivel de 4,44 metros entre la Gran Vía y la plaza de la Parra, una vía de conexión muy utilizada por los salmantinos para llegar hasta el centro, especialmente para los que viven en el barrio de Prosperidad, en la zona de la plaza de San Cristóbal y en el paseo de Canalejas.

El proyecto, del que se informará en la Comisión de Fomento convocada para el próximo martes, sitúa el elevador y la pasarela en una localización «estratégica» alejada de la fachada del edificio contiguo de Servicio Sociales de la Junta de Castilla y León, quedando también alejada del lateral del inmueble ubicado en el otro extremo de las escaleras. El ascensor subirá a los viajeros más de 4 metros y, a través de la pasarela horizontal, podrán avanzar hasta la plaza de la Parra, salvando los dos tramos de pasos de la escalera de La Riojana. Desde ahí, y gracias a la rampa existente en la confluencia con las calles Pinto, Asadería y Parra, conectarán sin obstáculos con esa parte de la ciudad. Entrando en detalle, el ascensor ocupará un área de 7 metros cuadrados, su instalación deberá ejecutarse en un plazo de nueve meses y contará con un presupuesto de 287.286 euros, incluido el IVA en el que también se incluye la urbanización complementaria en esta zona una vez instalados ambos elementos.

La mejora de la accesibilidad en esta parte de la capital ha sido una de las principales reivindicaciones de los vecinos del barrio del Bretón y una de las apuestas del Partido Popular para este mandato en Salamanca. Hace un mes se ejecutó un estudio geotécnico en la zona en la que se instará el ascensor. Con los datos obtenidos, se culminó la redacción del proyecto que facilitará a las personas con discapacidad o movilidad reducida el acceso al entorno de la calle Asadería, eliminando así una histórica barrera arquitectónica. Tal y como recordó el Consistorio, próximamente llevará a cabo otras obras de urbanización en calles de la ciudad que también suponen la mejora de la accesibilidad, entre las que destacan la calle Gran Capitán, la plaza de San Román, 11 calles del barrio La Vega y las calles Gorrión, Gaviotas, Garza y Alondra del barrio San Bernardo.

Cabe recordar que hace una semana el Grupo Municipal Vox presentó su propuesta para esta iniciativa. En su caso apostaban por una pasarela y un ascensor con zócalo de granito, un diseño que para los ediles implica ahorro de costes y una imagen que no rompe con el entorno. Aunque es ahora cuando se adoptará una solución a los problemas de accesibilidad de esta zona céntrica de la ciudad, no es la primera vez que se plantea un proyecto para buscar una solución. En el año 2019 y tras estudiar varias soluciones posibles, el Ayuntamiento de Salamanca apostó por un construir una rampa en zigzag similar a la que existe ya en la Vaguada de la Palma y Peñuelas de San Blas, frente al Palacio de Congresos. Incluso se llegó a redactar el proyecto, que tenía un presupuesto de ejecución de 121.118 euros.

• Temas
• Carril bici
• Infraestructuras