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El escritor Antonio Civantos, junto a su última obra.
Antonio Civantos, escritor: “Hemingway es el escritor más sobrevalorado de la historia de la Literatura”

Antonio Civantos, escritor: “Hemingway es el escritor más sobrevalorado de la historia de la Literatura”

En un diálogo imaginario, el autor “desnuda” al Nobel de falsos mitos y de las falsedades sobre su figura

Lunes, 8 de mayo 2023, 14:45

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Tras una primera aproximación al escritor estadounidense en “Yo ,Hemingway”, el escritor y colaborador de LA GACETA Antonio Civantos entra a fondo a desentrañar, al cumplirse el centenario de su primera visita a España, las verdades y los mitos sobre el personaje en su nuevo libro “Desmontando a Hemingway”.

Hablando de otro periodista, le pido un titular. ¿Cuál diría que fue la aportación de Ernest Hemingway a la literatura contemporánea?

—Sobre todo, el estilo de su prosa, con frases cortas y palabras sencillas. Así lo aprendió en el periódico “Kansas City Star”. Y también con la lectura de algunos relatos de la época, como los de Ring Lardner, también periodista. Con esta forma de escribir tan sencilla conquistó a una masa de lectores que jamás había tenido un libro en sus manos. Hemingway aportó así a la industria editorial el negocio de cientos de miles de lectores nuevos.

¿Y cuál podría ser la gran mentira generalmente aceptada sobre el escritor que usted pretende rebatir en sus obras?

—Hemingway, en mi opinión, es el escritor más sobrevalorado de la historia de la Literatura. El hecho de que le concedieran el Premio Nobel me resulta absolutamente grotesco. Un completo agravio comparativo si enumeramos la lista de escritores que se lo merecieron y no se lo concedieron. Si bien he de decir que tiene como una veintena de relatos muy brillantes, su novelística es de lo más mediocre que se haya podido escribir.

¿Qué fue lo que le atrajo al estudio del personaje?

—Sobre todo su vida. Hemingway fue un escritor sin imaginación y necesitaba vivir por sí mismo toda clase de aventuras para reflejarlas, más o menos camufladas, en su obra. Hemingway es, sobre todo, un personaje de novela. Un personaje que trató por todos los medios de construir su propia leyenda, escondiendo la parte oscura de su personalidad. Como habría dicho Oscar Wilde, puso todo su talento en la vida y su mediocridad en la obra.

Sostiene que los biógrafos del escritor estadounidense han sido excesivamente benévolos al valorar su talento literario. ¿A qué lo achaca?

—La mayoría no se dignó a comprobar las historias que les contaba. La primera gran mentira que les soltó fue sobre su participación en la Gran Guerra y la forma en que cayó herido en Fossalta, al norte de Italia. A uno le dijo que había combatido en las filas de los Arditi, un cuerpo de élite del ejército italiano, cuando sólo fue reclutado como conductor de ambulancias de la Cruz Roja Americana. Ese fue el momento en que empezó a construir su propia leyenda, como si en sueños le hubieran anunciado que sería el escritor más famoso del mundo.

Curiosamente unas revelaciones de Luis Miguel Dominguín le ayudaron a ver el reverso del personaje...

—Cuando le preguntaron por él, Dominguín dijo que era un “fanfarrón”. Ahí empecé a sospechar que debajo de la piel del héroe había algo oscuro que no había salido a la luz. Y ese fue el motivo que me impulsó a investigar la vida de Hemingway. También Fernanda Pivano, aunque era su amiga incondicional, dejó caer en la biografía que le dedicó algunas perlas de un valor incalculable. Por ejemplo: ¿Por quién doblan las campanas?, su novela más famosa, fue un plagio por el que tuvo que indemnizar a su verdadero autor.

De su estudio del autor puede desprenderse que el carisma del Hemingway personaje ha falseado, magnificándola, la verdadera valía del Hemingway escritor. ¿Es asi?

—El mérito de Hemingway, como ya está dicho, es haber convertido su vida en una leyenda, para lo cual ha tenido que esforzarse y saber elegir bien la clase de filfa que tenía que soltar en el momento adecuado. Pero sin duda su mejor invención fue la de adscribirse a una ideología que no le iba en absoluto. Me refiero a que el izquierdismo de Hemingway fue su gran baza publicitaria para recorrer los años treinta con la vitola de “gran salvador de la humanidad”. Los bolcheviques lo utilizaron como a un mono de feria y lo exhibieron como trofeo en nuestra guerra civil. También se dejó utilizar por Fidel Castro, que fue quien después le “expropió” su casa cubana, Fue lo que los rusos llamaban un “simpatizante secretamente manipulado”.

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