Los ángeles japoneses de moda viven en Salamanca

El fenómeno viral que sigue conquistando las redes sociales tiene una conexión inesperada con Salamanca. Los Sonny Angels, esos pequeños muñecos angelicales que arrasan en TikTok e Instagram, están estrechamente ligados a un elemento cultural de la ciudad: los Kewpies que viven en la ciudad en la exposición permanente del Museo Casa Lis.

Esta sorprendente relación une pasado y presente, situando a Salamanca en el epicentro de una tendencia global que fusiona arte, historia y cultura pop. Desde su lanzamiento en 2004, los Sonny Angels, diseñados por el japonés Toru Soeya, han pasado de ser simples juguetes a consolidarse como un fenómeno cultural de alcance mundial.

Estos pequeños 'ángeles' comenzaron con una modesta colección en Japón, pero su singular diseño y su formato de caja sorpresa rápidamente les dieron fama internacional. Su diseño único y el misterio que rodea a las cajas cerradas, que esconden el diseño hasta el momento de ser abiertas, han cautivado a jóvenes y adultos por igual.

Ahora, esta tendencia ha aterrizado con fuerza en España, capturando la atención de los jóvenes gracias a las redes sociales. TikTok e Instagram han sido fundamentales para la difusión de estos coleccionables. Las plataformas están llenas de vídeos y fotografías que muestran aperturas de paquetes (unboxing), colecciones personales y creativas escenas protagonizadas por los muñecos. Su atractivo va más allá del entretenimiento, convirtiéndose también en accesorios de moda y decoración, especialmente populares entre la Generación Z.

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El respaldo de celebridades e influencers ha sido clave en su popularidad. Personalidades como Rosalía, Victoria Federica, Victoria Beckham y Bella Hadid han compartido publicaciones donde los Sonny Angels aparecen como elementos destacados, elevando su estatus a ícono de estilo. En Salamanca, esta fiebre no ha pasado desapercibida. Las tiendas locales, bazares y quioscos ofrecen estos muñecos que se han convertido en auténticos objetos de culto. Pero sus vínculos van más allá.

Estos pequeños y entrañables personajes de alas azules fueron diseñados por la ilustradora americana Rose Cecil O´Neill y rápidamente se conviertieron en una adorable criatura deseada por niños de todo el mundo durante el siglo XX. Estos Kewpies de la Casa Lis, cariñosamente conocidos como «los muñecos de Salamanca» y creados exactamente en 1913, se caracterizan por su nariz chata, sus ojos grandes y expresivos, sus manos en forma de estrella y una sonrisa traviesa. No solo fueron juguetes adorados por niños y coleccionistas de todo el mundo, sino que también son consideradas piezas de arte de gran valor histórico y cultural.

Tal y como recoge la web del museo salmantino, los Kewpies «eran adorados por niños y adultos y su encanto se hizo universal, de modo que durante los años 20 no solo aparecieron en revistas, sino también en campañas comerciales como la del Fonógrafo Edison, el libro de cocina Jell-0, los cereales Kellogg, Pinturas y Barnices Lambert y un sinfín de productos alimenticios».

Su llegada a Japón se produjo en 1925 cuando un comercial nipón comenzó a importar mayonesa desde EE.UU cambiando el tarro tradicional por otro con un dibujo de Kewpie: Kewpie Mayonezu. Así fue como se introdujeron en Japón, donde aún hoy adoran al muñeco.

Una de las características más llamativas de los Sonny Angels, heredada de los Kewpies, es el formato de presentación en cajas sorpresa. Este elemento ha creado un mercado paralelo de intercambio y reventa, donde las figuras más codiciadas, como ediciones limitadas o variantes raras, pueden alcanzar precios superiores a 250 euros. Aunque los precios de los Sonny Angels originales suelen oscilar entre 10 y 15 euros, las piezas exclusivas pueden dispararse en valor, reflejando la pasión de los coleccionistas por completar sus series.

La combinación de tradición y modernidad hace de Salamanca un lugar especial en esta fiebre global por los coleccionables. Los Sonny Angels y los Kewpies son mucho más que juguetes; son símbolos de creatividad, historia y conexión entre generaciones.