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El Ayuntamiento de la capital sustituirá por pavimento rugoso las baldosas de granito de las calles Azafranal y Toro, en concreto las que se encuentra en el entorno de la plaza del Liceo. Los técnicos ya elaboran el proyecto para que ambas zonas sean más seguras este mismo año, según detallan fuentes municipales.
Se trata de un tipo de baldosa colocada hace 30 años que ha generado problemas por resbalones, uno de los más importantes el provocado a una mujer que al caerse en Azafranal se fracturó una rodilla, por lo que el Ayuntamiento ha tenido que indemnizarla recientemente con 38.788,14 euros.
Aunque los trabajos de momento se circunscriben a esa parte de la ciudad, no es la única con fallos de adherencia.
El mismo pavimento se puede encontrar en la calle La Rúa, aunque es cierto que la banda negra es más estrecha que en el área de la plaza del Liceo. No obstante, el peligro de resbalón no se produce solo en las baldosas negras, denuncia el concejal de Vox, Alejandro Pérez de la Sota.
Insiste en que la falta de adherencia afecta a otras baldosas próximas, por lo que la sustitución de las losas oscuras «no acaba con el problema», sin olvidar que por el momento no se adoptarán medidas en La Rúa.
Por eso De la Sota ha solicitado al Consistorio la relación de metros lineales de pavimento resbaladizo de toda la ciudad. «No son cuatro calles alrededor del Liceo, es toda la calle Zamora, Toro y Rúa que, en este último caso, no se nota tanto porque casi siempre está ocupada por las terrazas», abunda De la Sota.
Por su parte, la edil socialista María Sánchez reprocha que el problema de base es que no existe una buena supervisión para detectar y atajar estos problemas antes de que se produzcan incidentes graves. «Permitiría saber si se ha colocado el material correcto antes de que haya accidentes».
Una vecina de Valladolid acabó con la rodilla izquierda rota el 29 de septiembre de 2022 al resbalarse con una baldosa en la calle Azafranal a la altura del número 13. La caída se produjo cuando pisó la franja negra del suelo, un pavimento del tipo piedra caliza marmórea negra instaladas en el año 1994.
Se rompió la rótula izquierda y comenzó un calvario que la llevó dos veces al quirófano. La primera para practicarle una reducción y osteosíntesis con aplicación de dos tornillos para fijar y soldar los huesos.
Debido a los continuos dolores y empeoramiento de la paciente, fue necesaria una nueva intervención en enero de 2023 para practicarle una artrolisis artroscópica.
Esta situación le ha producido a la mujer una baja laboral desde la fecha de los hechos hasta el 13 de mayo de 2023, con los consiguientes perjuicios personales para la realización de sus tareas diarias derivadas de las lesiones y secuelas de la paciente.
Según el informe técnico del servicio de vialidad, el pavimento del tipo piedra caliza, causante del percance, «en momentos determinados con climatología adversa o como consecuencia de encontrarse humedecido puede provocar deslizamientos en el tránsito peatonal».
Asimismo, el Ayuntamiento de Salamanca encargó un informe para determinar la «resbalabilidad» y la «fricción» en las baldosas. Según las conclusiones del área municipal de ingeniería civil, basadas a su vez en el citado estudio, el suelo no cumple con los índices de resbalablcidad exigidos, pues el índice de resistencia al deslizamiento ha de ser superior a 45, y en este caso es de 20.
El informe también recoge que lo sucedido se debió «a un defecto del material empleado».
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