Cierra el bar de toda la vida en el pueblo: «Lo compramos por 800.000 pesetas y lo dejamos en el mejor momento»
Manuel y Paqui, de Barruecopardo, emprenden una nueva etapa de su vida tras el cierre de su negocio, el bar 'Danubio', que tras 41 años en funcionamiento se despide de su fiel clientela
Barruecopardo
Lunes, 4 de agosto 2025, 12:25
Una nueva vida se abre para Manuel José Fernández y su esposa Paqui, que este fin de semana han dejado atrás la labor que han desempeñado durante 41 años en el corazón del municipio de Barruecopardo. Cierra sus puertas el Bar 'Danubio', un lugar de encuentro para los vecinos y visitantes del municipio, tras la jubilación de sus propietarios. Una noticia que conocían los vecinos con unas semanas de antelación y que han colmado de agradecimientos y sorpresas a esta pareja barroqueña.
Todo viaje tiene un principio y el de este matrimonio comienza en el año 1984. Manuel recuerda que «la idea inicial era adquirir un local para hacer una tienda, pero el señor al que se lo íbamos a comprar se echó atrás en el último momento» y entonces surgió una nueva oportunidad con un inmueble aledaño. «Lo compramos por 800.000 pesetas y decidimos montar un bar porque creíamos que podía tener mucha rentabilidad», señala Manuel que en aquel momento tenía 22 años.
Ambos iniciaron su andadura en la hostelería, «haciendo el trabajo de tres entre dos», comenta con una sonrisa, sin olvidar el sacrificio que supuso. «Muchas horas, desde las 6 de la mañana que abríamos hasta la noche que cerrábamos; en fiestas por las noches no se cerraba». Una clientela fija y habitual ha sido el motor de este bar que ha supuesto una ventana desde la que ver la evolución del municipio arribeño.
«Cuando abrimos el bar, Barruecopardo no estaba en un buen momento, en el año 82 se cerró la mina, sin embargo, puedo decir que vamos a dejar el negocio en el mejor momento, con la revitalización de la mina y con un pueblo lleno de vida», pone de manifiesto Manuel. Tantos años detrás de la barra dan para el recuerdo de cientos de momentos y anécdotas, pero Manuel tiene claro con cuál se queda.
«Uno de los recuerdo más importantes es haber dado a mis clientes el servicio durante la pandemia. Me levanta a las 6 de la mañana y dejaba los cafés en las puertas de las casas, con temperaturas muy bajas, y para mi era una satisfacción, lo hacía por ellos», señala Manuel. Un aprecio mutuo que, en estos últimos días, ha tenido su demostración con las muestras de cariño y afecto antes de que la verja del 'Danubio' baje definitivamente. Por ejemplo, una nota dirigida al 'Cachipe', sobrenombre para referirse a Manuel, donde un par de clientes dicen que «además de extrañar la horita mañanera, los periódicos y los chocos», nunca olvidarán «las ocurrencias del 'Cachipe' y las lecciones de vida que me ha dado». Incluso la tuna puso la nota musical en esta despedida. «Da pena que se cierre, pero se merecen descansar más que nadie», recalca Soraya, una de las dos hijas de este matrimonio.