Los vetones purifican Ciudad Rodrigo con un fuego voraz

Una escenificación cargada de energía cautiva esta noche al público mirobrigense, en cuya muralla, en la Puerta de Santiago, las llamas de una gran hoguera protagonizan una singular danza al compás de los bailes que han precedido a su encendido. Cientos de personas han asistido al espectáculo ofrecido por el taller intergeneracional de teatro, que imparte Sergio Cardoso, en el que los protagonistas evocaron al pueblo vetón en torno a un verraco como ídolo, y efectuaron danzas hipnóticas y rituales durante la ceremonia en la que se arrojaron los deseos en papel de los asistentes, depositados en una caja.

Cuando el verraco comenzó a manar agua en forma de fuente, y el "elegido" por los vetones para arrojar los deseos estuvo purificado, los bomberos hicieron su entrada, más discreta pero muy necesaria, para avivar finalmente las llamas, que surgían tímidamente. Con dos mágicos fogonazos que arrancaron admiraciones, la hoguera se abrió camino hacia el cielo, para deleite de los allí presentes y de quienes contemplaban desde las alturas del adarve de la muralla.

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