Valdejimena reúne a más de 1.500 romeros en su día grande

El santuario de la Virgen de Valdejimena, ubicado en la localidad de Horcajo Medianero, volvió a demostrar, con un lleno total, el tirón que tiene entre los devotos de las ochenta localidades salmantinas y abulenses e incluso de Piedrahíta.

Así, más de mil quinientos fieles participaron en las actividades programadas en el día grande de celebraciones en la ermita.

Con los aparcamientos llenos de coches, la soleada jornada de fiesta incluyó dos misas matinales y otra vespertina, aunque la mayoría de los que acudieron al santuario lo hicieron a la misa de las doce y media en la que se llenó el templo y en las inmediaciones había incluso más gente que dentro de la iglesia, escuchando la eucaristía por el sistema de megafonía.

De las tradiciones que se cumplieron en la celebración destacaron la de los jinetes que siguieron a lomos de sus caballos la fiesta. Este año llegaron de localidades como: Encinas de Abajo, con el pequeño Humberto Seivanes de apenas 3 años como protagonista, puesto que estuvo arropado por el resto de jinetes de Iñigoblasco, Guijuelo, Horcajo, Armenteros, Valdecarros e incluso El Tomilllar. Dos hora a caballo de media para llegar hasta el santuario pasaron los jinetes en esta convocatoria.

La salida de la imagen de la ermita se produjo pasada la una y media del mediodía y lo hizo arropada por la música de dulzaina y tamboril. Los tradicionales parones para que los devotos bailasen ante la imagen esta año contaron incluso con acompañamiento de castañuelas.

Además, los establecimientos de hostelería, las tiendas en las que se vendían desde bisutería hasta gorras con las que combatir el intenso sol de la jornada y las imprescindibles delicias de los artesanos armuñeses, que elaboraron en directo sus afamadas rosquillas y otros dulces, fueron los encargados de seducir a los visitantes en la larga mañana de celebraciones.

A su regreso a las puertas del templo y antes de su entrada a la ermita, los fieles aprovecharon para inmortalizar el momento ante la imagen de la Virgen, dedicarle sus bailes con la música de la dulzaina e, incluso, una devota entonó sus cánticos ante la atenta mirada de los fieles congregados en los alrededores del templo antes de que Nuestra Señora entrara de nuevo en su santuario entre los 'vivas' y los aplausos de sus fieles.

La tradición en torno a la Virgen de Valdejimena se remonta ocho siglos atrás, fechas de las que ya se tiene constancia de que los fieles llegaban al santuario para pedir protección a la Virgen y pasar bajo su manto. La ermita actual data del siglo XVII y es la tercera que ocupa el solar donde se encuentra ubicada.

Familias enteras, niños y mayores disfrutaron de una jornada de devoción y diversión en la que muchos grupos aprovecharon los campos y las encinas de los alrededores del templo, a pesar de las nubes, para reunirse en torno a la mesa y concluir la jornada festiva con la degustación de distintos manjares tras cumplir con la tradición ante la Virgen, a la que mostraron sus respetos y pidieron protección para los próximos meses.

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