Valdejimena reúne a más de 1.500 cofrades en su día grande

En estos establecimientos se pudo, por ejemplo, desde comprar un bolso hasta unas almendras garrapiñadas, pasando por rosquillas artesanas recién elaboradas, o bien tomar una caña con un pincho mientras los peregrinos esperaban la salida de la procesión. El incierto pronóstico del tiempo hizo que en lugar de misa de campaña se desarrollase la eucaristía en el interior del santuario, que se llenó mucho antes de las doce y media que era la hora oficial de la celebración, obligando a muchos asistentes a escuchar la misa por la megafonía del templo.

Cerca de la una y media llegó el momento de la apertura de la puerta trasera del santuario para la salida de la imagen de la Virgen de Valdejimena y dar inicio a la procesión por el entorno del santuario, un camino que se llevó a cabo con el acompañamiento de la dulzaina y el tamboril. Como escolta a caballo, cerca de una veintena de jinetes de la comarca albense que apostaron sus monturas al otro lado de la tapia de piedra para no entorpecer el desarrollo del desfile religioso por el camino que rodea el santuario.

Hasta en cuatro ocasiones se paró la procesión para que los asistentes pudieran bailar las tradicionales jotas ante la imagen. Algo que en esta edición realizaron una veintena de parejas. Las paradas se realizaron junto a las cuatro grandes cruces que jalonan el camino que rodea la ermita. La llamada del camino de Horcajo de 1651, la denominada del Camarín de 1667, la conocida como cruz del camino de Larrodrigo fechada en 1667 y la del pozo Cano que data del mismo año. Son por tanto elementos anteriores a la actual edificación y que llevan más de trescientos años custodiando este espacio.

Tras recoger la imagen en el interior del templo comenzó el petitorio, en el que los devotos pasaron bajo el manto de la Virgen para dar gracias por los favores recibidos y realizar sus peticiones. Los más valientes incluso sacaron mesas y sillas en las praderas junto a la ermita para quedarse a comer al aire libre y aprovechar también la misa de las seis de la tarde. La ermita de Valdejimena cuenta con un gran zona de influencia y devoción que abarca bajo su sotocampana ochenta municipios de su entorno, tanto de la provincia de Salamanca como de Ávila con lugares clave en esta devoción como Piedrahíta y Barco de Ávila . Este centro de peregrinación mariana tiene ocho siglos de historia y de ella se sabe que siempre hubo un santuario en este punto, siendo el actual el tercero.