Supervivientes salmantinos del nazismo: José Montero, de Hinojosa de Duero

Recientemente quedó instalada en Hinojosa de Duero una stolperstein —también denominada piedra de la memoria—, en homenaje a José Montero Sánchez, oriundo de la localidad y superviviente del campo de concentración de Mauthausen, La Plaza de San Juan Bautista recuerda con este monumento al represaliado que logró escapar con vida de las garras del nacionalsocialismo.

Con esta placa conmemorativa la asociación Salamanca Memoria y Justicia, en colaboración con la Diputación provincial, alcanza ya las dieciocho placas que rinden homenaje a otros tantos salmantinos deportados a campos de concentración nazis y que gracias a este gesto regresan, en cierto modo, a su hogar.

José Montero nació en Hinojosa de Duero el 1 de septiembre 1902. Era hijo de Cipriano Montero Santos, jornalero, y de Rosalía Sánchez Hernández, ambos, al igual que los abuelos, de Hinojosa. Casado con Rosa Marcos Oliva tuvo dos hijos: José Luis y Germán. Ferroviario, destinado en el norte, vivía allí con su familia cuando comenzó la guerra civil. Su mujer e hijos regresaron a Hinojosa, mientras que José terminó por marchar a Francia como exiliado. Estando en el campo de internamiento de Bacarès, en mayo de 1940 se enroló en el 23 Regimiento de voluntarios extranjeros del ejército francés para luchar contra la invasión nazi.

Este hinojosero cayó prisionero del ejército alemán y fue encarcelado en Moosburg —Alemania—, desde donde fue deportado al campo de concentración de Mauthausen el 31 de agosto de 1941. Dos semanas más tarde, el 16 de septiembre, fue asignado al subcampo de Vöcklabruck, formando parte del conocido como «Comando César», lo que sin duda facilitó su supervivencia, ya que ninguno de los 300 españoles que lo integraban falleció allí.

Este grupo de prisioneros llevaba el nombre del anarquista César Orquín, quien convenció a los nazis que dirigían el campo de concentración de que era capaz de gestionar un batallón de trabajo más eficiente, con mejores tratos y alimentación.

Finalmente fue liberado el 05 de mayo de 1945 en Mauthausen, tras lo que se estableció de nuevo en Francia. A principios de los 50 consiguió que su esposa e hijos viajaran a Francia, un final feliz en el que la familia se reunió de nuevo. José falleció en Francia en los años 80, no sin haber realizado algunas visitas a su tierra natal en varias ocasiones.

A este acto de recuerdo perpetuo a José Montero acudieron sus sobrinas, que fueron partícipes de tan emotivo acontecimiento. En la plaza se mostró, durante el acto, un panel con la foto del homenajeado, además de una breve biografía con las fechas más significativas de exilio, deportación y liberación, entre otras, y acompañada de otras fotografías del archivo de Mauthausen, junto a la placa dorada que ya es parte incorruptible de esta plaza en Hinojosa de Duero.

El campo más «temido» por los españoles

Mauthausen es conocido coloquialmente como «el campo de los españoles» por el elevado número de deportados cuyo país de origen era España. Además, este campo de concentración era uno de los más grandes y estaba compuesto, además de por el principal, por los subcampos de Gusen —que a su vez constaba de tres parcelas— y otra serie de escisiones para acoger a un alto número de prisioneros.

Se estima que por los barracones de este campo situado en suelo austriaco pasaron cerca de 7.200 prisioneros españoles —en su mayoría republicanos—, de los cuales 5.000 no volverían a salir con vida del infierno nazi, sobre todo a raíz de la puesta en marcha de la llamada «solución final», que sumió al régimen de Hitler en un frenesí de sadismo y muerte. Con este tipo de acciones la asociación salmantina mantiene vivo el recuerdo de quienes sufrieron uno de los mayores horrores del siglo XX, que perdura en la memoria de muchos familiares de toda la provincia.

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