El sol acompaña a San Mateo en su segunda salida en Bercimuelle

La localidad de Bercimuelle ha celebrado este sábado el día grande de sus fiestas patronales en honor a San Mateo en una jornada marcada por las buenas temperaturas, que animaron a los vecinos a bailar al patrón al son de la dulzaina.

Las celebraciones habían dado inicio con la misa, que ayer estuvo oficiada por el diácono Pepe Sánchez, que colabora con el padre Amable García en la labor pastoral de las localidades del Alto Tormes. Tras la misa, comenzaba la procesión por las calles del pueblo al son de la dulzaina para llegar hasta la plaza del Cabrero, donde la comitiva se detuvo como es costumbre para que sonara la música. Un grupo de mujeres se animó este año a bailar la jota, mientras los que llevaban las andas de San Mateo en ese momento le hacían bailar también al ritmo de la música. Ataviadas con mantones, las mujeres bailaron dos jotas antes de reanudar el camino y enfilar hacia la iglesia, donde no faltó el último baile antes de que los fieles cumplieran con la costumbre de fotografiarse junto al santo antes de que éste entrara de forma definitiva en la iglesia. Cambiaba entonces el ritmo de la música y de las jotas se pasó al pasodoble hasta que la comitiva enfiló hacia las escuelas, donde iba a seguir la fiesta en lo que quedaba de mañana.

La programación continuaba por la tarde con actividades para todos los gustos: primero, el show de Carlos Salamanca, después, un taller de decoración de camisetas y, como colofón, la charla “Bercimuelle en la Antártida”, con Antonio Polo Sánchez. Por la noche llegaba la última verbena de las fiestas a cargo de la orquesta Sándalo.

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