«Siega Verde será vanguardia de la conservación del arte rupestre al aire libre»
El director del yacimiento, Luis Ballesteros, atiende a LA GACETA después de que haya cumplido 15 años como Patrimonio de la Humanidad
Villar de la Yegua
Miércoles, 6 de agosto 2025, 10:45
Es uno de los grandes tesoros que esconde el interior de la provincia de Salamanca. Un lugar donde el pasado, el presente y el futuro se dan la mano. El yacimiento arqueológico de Siega Verde cumple 15 años desde su catalogación como Patrimonio de la Humanidad, en un momento de cambio y búsqueda para convertirse en un punto clave de la investigación arqueológica.
¿Qué significa para Siega Verde esta efeméride?
—Este año celebramos un hito. Hace 15 años que Siega Verde entró en la lista que otorga el mayor grado de protección al patrimonio en el mundo. Para la fundación, que se constituyó hace tres años, es un orgullo poder pertenecer a este proyecto y ser los responsables de impulsarlo. Sin olvidar que ello conlleva un sentido de la responsabilidad muy fuerte, y estamos poniendo en marcha acciones muy relevantes para que el futuro del yacimiento brille aún más.
¿Qué proyectos están en marcha actualmente?
—Desde la Fundación Siega Verde creemos que este año es un punto de inflexión porque se ha puesto el foco en las tres columnas que entendemos debe tener la gestión responsable y sostenible de este yacimiento patrimonial. Una es la investigación y la conservación, pilares fundamentales que hemos impulsado con el proyecto 'Gestores', en colaboración con diversos profesionales, entre ellos la Universidad de Salamanca. Gracias a este proyecto vamos a contar con un modelo de gestión global del yacimiento desde el presente, porque el cambio climático y el cambio del caudal del río han alterado el ecosistema, y tenemos que saber cómo gestionarlo. Entendemos que Siega Verde será un laboratorio que lo situará en la vanguardia de la conservación del arte paleolítico al aire libre, con lo excepcional que ello supone.
¿Condicionan los elementos externos la conservación de los grabados?
—Sí, por supuesto. Obviamente, las pinturas rupestres que están en cuevas tienen sus propios problemas de conservación, como la humedad, pero Siega Verde, al estar al aire libre, presenta otra serie de situaciones e inconvenientes que están siendo monitorizados y bien gestionados.
¿Qué otros dos pilares son importantes para el futuro del yacimiento?
—Por un lado, uno muy importante es el del retorno económico, tanto para el propio yacimiento como para la comarca donde se ubica. En este sentido, la Junta de Castilla y León y la propia fundación aportan 300.000 euros. Por otro lado, está el inicio de las obras del nuevo centro de interpretación, con un presupuesto amplio de más de 3 millones de euros, que dotará al yacimiento de unas instalaciones dignas: un aula, un laboratorio, un archivo, salas sensoriales con nuevas tecnologías... permitiendo además luchar contra los problemas de accesibilidad, ya que el propio terreno del yacimiento impide que ciertas personas puedan acceder actualmente. Todo ello con el objetivo de hacer del yacimiento un espacio vivo, en constante evolución, y muy atractivo para el turismo.
¿Qué papel juegan la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos que forman el patronato?
—Son fundamentales. La Junta, desde su entrada, ha apoyado el proyecto con una clara predisposición a poner en valor el yacimiento, y trabajamos muy coordinados. Los ayuntamientos han sido clave, primero porque asumieron los gastos de mantenimiento antes de que se creara la fundación, y después por dar el paso decidido hacia su creación. Fueron quienes vieron que se podía ir más allá. Todas las partes apostaron por el futuro de esta comarca y por este entorno.
¿Cómo se mezcla la visita turística con la labor científica de los investigadores?
—La fundación tiene claro que Siega Verde es un lugar muy sensible y delicado. Tenemos que ser capaces de encontrar un equilibrio entre el número de visitantes —que va en aumento, aunque aún estamos lejos de los máximos— y la conservación. Por eso, el nuevo centro de interpretación nos ayudará mucho. Ahora lo que más nos preocupa es continuar con el desarrollo de los proyectos que mencionaba antes.
¿Qué puede aportar la cultura al yacimiento?
—Tenemos claro que la cultura y el patrimonio deben ir de la mano. Un ejemplo es nuestra apuesta por el teatro, como la obra Atávicas, que ha tenido una gran acogida y ha sido realizada por gente de la tierra, como el grupo Invértebra Teatro.
¿Qué hace diferente a Siega Verde dentro de la provincia?
—Es un enclave único, un museo al aire libre, un viaje a hace 20.000 años, un lugar especial para nuestros ancestros, que hacían estos grabados para que fueran vistos por otros, y todo ello en un entorno natural mágico.
