San Lorenzo preside el día grande de La Zarza de Pumareda

San Lorenzo fue el protagonista indiscutible de la jornada dominical en el municipio de La Zarza de Pumareda que estos días rinde honores a su patrón. Pero también hubo un momento para rindir tributo a un añorado vecino que falleció este año y cuya herencia puede verse en el corazón de esta localidad arribeña.

A las 12:00 horas comenzaba la misa en la iglesia de San Lorenzo que, un año más, se llenaba de fieles presto a seguir la liturgia que contó con la música de la gaita y el tamboril del músico Alberto, de Guadramiro y que puso la nota de tradición a este momento inicial.

Media hora después, la imagen de San Lorenzo salía por el atrio del templo a los hombros de cuatro vecinos que fueron los encargados de portar al patrón por las calles de La Zarza. Siempre encabezada por el pendón y el ritmo del tamboril, la comitiva en la que estuvo presente el alcalde Francisco Javier Recio marchó tras la imagen que estuvo arropada en todo momento por un número grupo de vecinos que desafió al calor y sol reinantes en la mañana de ayer domingo y que se dejaba notar con fuerza.

San Lorenzo fue bendiciendo cada rincón del pueblo y volvió a entrar en la iglesia para finalizar la parte más solemne de estos días de fiestas. Pero ahí no culminó la matinal dominical, porque el momento más emotivo estaba a escasos metros de la iglesia, en el cruce de caminos que forman las calles San Lorenzo y Doña Anita.

Un pequeño oasis, un rincón con varios poyos y árboles, luce desde ayer una nuevo elemento, un monolito en homenaje a Demetrio Calvo Hernández, un zarceño que falleció este año y que de, manera totalmente voluntaria, construyó los poyos de este punto del municipio para crear un lugar de encuentro y reposo para los vecinos. Tras la lectura de dos emotivos textos, los hermanos y hermanas de Demetrio desvelaron la placa en su recuerdo y se llevaron el cariño y el aplauso del público presente.

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