Reses bajo control en Fuenteguinaldo

El manejo de las reses bravas no es algo fácil ni exento de cierto riesgo, pero en Fuenteguinaldo han demostrado una vez más que están sobradamente preparados y cuentan con la experiencia acumulada durante generaciones y en el segundo de los tradicionales encierros con caballos del ciclo lo han vuelto a bordar: un festejo puntual, rápido, muy plástico y limpio.

Arrancaba la jornada de las fiestas de San Bartolomé después de una larga y divertida noche de celebración en la que las peñas ponen todo de su parte para que nadie se sienta extraño en Fuenteguinaldo, disfrutando de la música que se encargó de poner hasta la madrugada la orquesta «Kronos».

La animación y los muchos visitantes que comenzaron a llegar a Fuenteguinaldo durante las primeras horas de la mañana se fueron situando a lo largo del recorrido desde la plaza hasta casi la Cruz de Villa, para esperar la llegada del encierro. Un festejo taurino popular que como en la primera jornada tampoco esta vez se hizo esperar, saliendo puntual de la dehesa municipal de «El Guardao» y manteniendo los caballistas, muchos de ellos de nuevo ataviados con indumentaria charra, la manada compacta.

Pasada la Cruz de Villa y enfilando ya hacia la ermita, los encerrados dieron el habitual arreón a la manada formada por los novillos de la ganadería de Villalpando y los mansos, entrando al galope en el tramo urbano del recorrido. Una bella estampa que se mantuvo hasta casi afrontar la subida de la calle del Cristo, zona en la que uno de los novillos se quedó algo rezagado pero que pronto pudo ser encauzado entre caballistas y mozos.

Pocos minutos después finalizó el segundo encierro y se llenaron las gradas de la plaza para disfrutar de la suelta de uno de los novillos en popular capea.

• Temas
• Fuenteguinaldo
• Salamanca (Provincia)