Secciones
Destacamos
D. Sánchez
Campillo de Azaba
Lunes, 22 de julio 2024, 16:52
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Aunque se tiene constancia de su existencia en 1864, sería a partir de 1960 cuando ganarían en presencia y en número de militantes. Las tropas de socorro de Cruz Roja, a semejanza de otras instituciones similares de otros países europeos, se convirtieron en un elemento más en la atención ciudadana, sobre todo inicialmente ante el aumento del parque automovilístico y de los siniestros.
Con el paso de los años siguiente, la militarización de este cuerpo creció y se expandió en otras labores como salvamento marítimo o en casos de derrumbe en minas. En sus comienzos, este cuerpo estaba formado miembros de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil retirados o impedidos para el servicio ordinario, y por el otro, voluntarios de muy variadas cualificaciones profesionales. En 1973, se creó un cupo regular de reclutas voluntarios que, tras su periodo de instrucción, cumplían su servicio militar en los destacamentos y puestos de socorro, el Cuerpo de Tropas de Socorro y la Cruz Roja del Mar para así, prestar un servicio continuado y mucho más efectivo.
Sin embargo, en 1986, se suprimiría de manera paulatina este cuerpo, dejando los uniformes, la disciplina castrense y la presencia de militares hasta su disolución final. Ahora, los utensilios, trajes y elementos que conformaban parte de este cuerpo vuelven a la vida en Campillo de Azaba, en la comarca de Miróbriga.
Un centro de interpretación impulsado por Amador Santos siendo el primero de este tipo en toda España. «Somos una asociación de antiguos voluntarios que queremos reivindicar la labor que hacíamos y que la gente la conozca», señala el impulsor de este espacio.
Un viaje en el tiempo que permite al visitante descubrir las áreas en las que se dividían estas Tropas de Socorro. «Existía una unidad de enfermeras, con su bata blanca pero sin cofia, usaban nuestra misma gorra. También había una unidad de subsuelo, de montaña o juventud, entre otras áreas». El centro cuenta con elementos tan curiosos como una placa que definía su función de puesto de socorro, pasando por la zona de radiofrecuencia, los diferentes botiquines y una camilla para la atención necesaria.
Pero sin duda, los trajes que se usaban durante esos años, son de lo más llamativo de la colección. «Tenemos de las diferentes especialidades como el de buceo, con sus botellas de oxigeno y mascarilla, el uniforme de la marítima, el de playas, el de montaña o también el de juventud», explica Amador.
Un centro para rendir un tributo a los hombres y mujeres que formaron de este cuerpo, caído en el olvido en las nuevas generaciones.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.