El pueblo de Salamanca que ofrece una ruta por sus característicos lagares y tumbas antropomorfas
Es posible realizar un recorrido por el patrimonio histórico y cultural
Nunca es tarde para conocer y poner en valor el vasto y rico patrimonio histórico y cultural que atesora la provincia de Salamanca. Y el verano, con sus fiestas patronales, se ha convertido en una época idónea para desvelar estos tesoros. Así lo supieron entender en la localidad de Santibáñez de la Sierra, que en el programa de actividades en honor a San Agustín han inlcuyeron una sugerente ruta por los lagares y tumbas antropomorfas que atesora el municipio.
Santibáñez de la Sierra cuenta con una sugerente manifestación de tumbas, pilones y lagares distribuidos entre el municipio y Santa María de los Llanos. Con el fin de dar a conocer este valor patrimonial, el Ayuntamiento ha llevado a cabo una limpieza de estas estructuras, labor en la que ha invertido 3.000 euros procedentes de las ayudas a bienes etnográficos lanzadas por la Diputación de Salamanca. Gracias a esta tarea, nace esta ruta de las tumbas antropomorfas, que además de su valor patrimonial e histórico destaca por una ubicación privilegiada con vistas a la Peña de Francia.
El Ayuntamiento busca con este tipo de iniciativas atraer turismo a la zona y lograr que se convierta en un importante revulsivo económico para el municipio.
Además de las tumbas, esta ruta incluye también la visita a la veintena de lagares rupestres con los que cuenta el municipio y que han sido descubiertos a lo largo de los últimos años. Estos lagares tallados en piedra vienen a poner de manifiesto la importancia histórica del vino en esta zona peninsular, ya que, junto con San Esteban de la Sierra y municipios del entorno, cuenta con una de las mayores concentraciones de este tipo de estructuras. Estas visitas están organizadas por el colectivo camino Acasa, implicado en la puesta en valor de estas estructuras.
Los ayuntamientos de la zona y más en concreto los de San Esteban y Santibáñez han sido los primeros en tomar conciencia de la importancia de estos vestigios a raíz de las exploraciones de los vecinos y colectivos en la zona, que han devuelto a la luz un legado olvidado y poco promocionado hasta ahora. La ruta de los lagares de San Esteban fue el primer ejemplo, que se ve complementado con la iniciativa similar puesta en marcha en Santibáñez. Todo un deleite para el visitante que podrá conocer de primera mano cómo los habitantes de esta zona elaboran el vino de la forma más rudimentaria, pero efectiva.