Al pincollo, que vienen los quintos

Ana, Daniela, Álvaro, José, Manuel y Óscar son los seis quintos que este domingo protagonizaron el regreso de la subida al pincollo en Lagunilla. Una tradición que desde 2020 solo se había celebrado en dos ocasiones y que volvía este año.

La explanada de la cooperativa lucía ya el inmenso pincollo que intentarían subir después los jóvenes nacidos en 2007. La mañana estaba fresca, pero no impidió que el público se fuera a acercando para presenciar la subida al árbol. Animados por la música de la charanga del Bombazo, los presentes disfrutaban del convite de dulces y sangría ofrecido por quintos y familiares. No faltaron, entre ellos, los típicos coquillos, regados con miel y que hicieron las delicias de más de uno.

Los jóvenes se preparan entonces para subir al árbol con un mono para no estropearse la ropa. Todos los hicieron y, también, otros jóvenes que han sido quintos o que lo serán en su momento.

Acabada la subida, daba a inicio un pasacalles por todo el pueblo con los seis protagonistas abriendo una larga comitiva que regresaría después al recinto de la cooperativa para disfrutar de otra invitación de las familias de los quintos. Se hizo carne asada como novedad y se repartieron tortillas, empanadas, tomate...

En los últimos años, las familias se han unido para hacer un convite conjunto en lugar de ir casa por casa para invitar a una larga comitiva que llenaba las calles de Lagunilla cada día de quintos.

Ya no piden el aguinaldo el día de Reyes o no colocan el pino, pero el pincollo sigue vivo gracias a este grupo de chicos que se ha encargado de mantenerlo.

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