Una patrona que une las provincias de Cáceres y Salamanca

Con la llegada de la fiesta de Pentecostés, las localidades de La Garganta, en el norte de la provincia de Cáceres, y Béjar se han unido para compartir una de las fiestas con más arraigo en la zona. Se trata de la romería de los Paporros conocida así por ser ese el apodo de los vecinos de La Garganta.

Cada lunes de Pentecostés acuden puntuales hasta el santuario de El Castañar para compartir una jornada de convivencia y devoción con la Virgen del Castañar como protagonista ya que es patrona de la localidad extremeña y de la ciudad textil.

El punto de inicio ha tenido lugar en la iglesia de La Garganta hasta donde se acercan caballistas y fieles para iniciar el recorrido hasta el paraje de El Castañar no sin antes recibir la bendición del párroco. Los jinetes han llegado hasta Llano Alto donde les esperaban fieles y curiosos para, después, avanzar todos juntos en dirección al paraje de El Castañar en una romería con el estandarte de la patrona de ambas localidades.

Una vez en Béjar, en la curva de los Paporros, se ha procedido también al tradicional intercambio de varas entre el alcalde de La Garganta, Juan González Castellano, y el de Béjar, Luis Francisco Martín. Después, ambos se han incorporado a la comitiva acompañados por la teniente de alcalde de la ciudad, Purificación Pozo, el concejal de Deportes, Rubén Martín, la alcaldesa de Candelario, Elvira Fernández, el regidor de Baños de Montemayor, Oscar Mateos, así como concejales de la oposición, el abad de la Cofradía de la Virgen del Castañar, Eduardo Soria, y autoridades eclesiásticas como el teatino Pío Lana.

En un santuario de la Virgen lleno, se ha celebrado la misa oficiada por el vicario general, Francisco E. Barrado, al que se han unido el teatino Vicente Roig, el sacerdote Guillermo Gómez y el párroco de La Garganta para, después, dar paso a la comida tradicional en los distintos espacios de ese paraje bejarano.

Durante toda la jornada, el camarín de la Virgen del Castañar ha permanecido abierto para la tradicional visita que paporros y bejaranos realizan en esa jornada, que ha sido especialmente calurosa con altas temperaturas más propias de pleno verano en esta mañana de lunes.

Tras la comida, en restaurantes o al aire libre en mesas y merenderos, el público congregado se reunió de nuevo en el interior del templo para rezar y cantar como despedida a la Virgen del Castañar. Desde allí, el público subía de nuevo hasta Llano Alto para despedir también a los jinetes, que regresaban al pueblo.

Las celebraciones en Béjar continúan este martes con la celebración de la romería de la Peña de la Cruz organizada por la Cofradía de la Vera Cruz hasta ese paraje bejarano.

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