De Paiporta a Alba de Tormes para que sus hijas puedan ir al colegio: «Era imposible que siguieran allí, es un pueblo fantasma»

Han pasado 27 días desde que la vida de Alejandro Rodríguez, Beatriz Capella y sus hijas Lucía, de 16 años, y Emma, de 11 años, cambiara drásticamente por la trágica DANA del pasado 29 de octubre, que arrasó gran parte de Valencia dejando más de 220 fallecidos. «Ha sido y está siendo terrible», asegura a sus 47 años Alejandro, residente en Paiporta desde hace algo más de 20 años, que junto a su mujer, Beatriz, tomaron la decisión de regresar a Alba de Tormespara llevar a sus hijas con sus abuelas con el fin de que dejaran de «sufrir y vivir toda la desgracia» a los cinco días de ocurrir el desastre.

«Era totalmente imposible que siguieran allí porque no hay nada, ni colegios, ni institutos, ni tiendas... Es un pueblo fantasma, ahora mismo está todo lleno de barro, lodo, maquinaria pesada del ejército y gente trabajando en la calle», apunta Alejandro. No fue una decisión fácil separarse de sus hijas, pero sí la más adecuada. «Durante el primer trayecto en coche, había más lágrimas que palabras pero era necesario que salieran de Paiporta porque estábamos viviendo con miedo y, sobre todo, la más pequeña estaba con un ataque de pánico continuo», relata agradecido por el apoyo que han recibido de todos los vecinos de la villa ducal, sobre todo, de los residentes de la urbanización El Pinar de Alba, lugar donde comienzan a rehacer la vida sus hijas, mientras Alejandro y Beatriz continúan sacando lodo y limpiando el barro de las calles de Paiporta.

«Tuvimos que bebernos el agua del calentador porque no teníamos nada, estuvimos tres días completos sin luz ni cobertura y cinco días sin agua en los grifos, ha sido un caos inimaginable», afirma. En cuanto a la ayuda recibida estos días, confirma que «el pueblo es quien está realmente ayudando».

«Está el ejército de tierra y del aire, la UME, la Guardia Civil o la Policía Nacional pero no hay una directriz clara. Uno no sabe lo que hace el otro y el otro no sabe lo que hace el uno entonces, al final todos barren la casa pero ninguno la friega, por así decirlo», comenta. «Es muy duro que esto pase en España y que no se hayan puesto los medios necesarios en los momentos oportunos. Aunque parezca mentira, cada día estamos yendo a rogar y a mendigar al ejército para que nos ayuden», matiza.

En cuanto al futuro, Alejandro señala: «Lo veo muy negro». «Todo el mundo que tenía su negocio lo ha perdido, en nuestro caso, seguimos sin poder acceder a nuestro trastero porque sigue habiendo agua, además, en el edificio han salido grietas y, por tanto, hay que evaluar todos los daños porque solo del garaje hemos sacado 30 millones de litros de agua», concluye.

Gala solidaria en la villa ducal a favor del CEIP Rosa Serrano

Los vecinos de Alba mostraron ayer de nuevo su solidaridad con los afectados por la DANA con una gala solidaria para recaudar fondos a favor del CEIP Rosa Serrano de Paiporta, centro educativo donde estudiaba la pequeña Emma antes de suceder la tragedia. En total, los asistentes recaudaron más de 2.520 euros y pudieron disfrutar de 11 actuaciones de baile y canto protagonizadas por grupos voluntarios. Además, mostraron su apoyo a la familia de Alejandro, Beatriz, Lucía y Emma.

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