El obispo de Salamanca, José Luis Retana Gozalo, ha instituido con los ministerios de acólito y lector al seminarista de la Diócesis de Salamanca y vecino de Cantalapiedra, Mario Cabrera Barajas, este domingo.
La ceremonia religiosa ha tenido lugar en la iglesia parroquial de Santa María del Castillo de Cantalapiedra que se ha llenado de personas que han querido arropar con su presencia a Mario Cabrera. Se ha contado con la participación de varios sacerdotes procedentes sobre todo de la Diócesis de Salamanca, entre ellos se encuentra el párroco de Cantalapiedra, Anastasio Fariza, y el rector del seminario diocesano de Salamanca, Fernando García Gutiérrez, en el que se está formando Mario Cabrera.
“El acólito tiene como misión el ministerio del altar, es el servidor del altar, es ayudar a los sacerdotes y diáconos en su ministerio y distribuir como ministros extraordinarios la sagrada comunión y llevarla a los enfermos cuando sea necesario”, ha detallado el prelado mientras el seminarista escuchaba atentamente sentado junto a sus padres en uno de los bancos delanteros del templo.
“Que cuando ayudes en el altar tu misma presencia y el voto reconfortante ayude a todos a encontrarse con el Señor”, ha deseado el obispo.
“El ministerio de lector tiene como misión proclamar la palabra de Dios, ayudar en la educación de la fe de los que van avanzando en el conocimiento de Cristo y anunciar a todos los hombres la buena nueva del Evangelio”, ha explicado José Luis Retana ante la plena atención del seminarista y de numeroso público que llenaba la iglesia.
“Esa misión como bien sabes, solo es posible escuchando en tu corazón, como la Virgen María, primero la palabra de Dios, familiarizando por ella y dejándote penetrar por ella en un espíritu de oración y de disponibilidad”, ha añadido el obispo.
La parte más visual de la ceremonia se produjo durante el rito de institución de lector y acólito.
Mario Cabrera primero ha participado como candidato, el obispo le ha instituido como lector y le ha hecho entrega del libro de la Sagrada Escritura y ha transmitido la palabra de Dios. El lector ha respondido amén.
A continuación el prelado ha instituido al seminarista como acólito. El obispo le ha entregado la patena con pan y el cáliz con vino. El acólito ha respondido nuevamente amén.
Después el nuevo acólito y lector ha pasado a ocupar un lugar en el presbiterio junto a los sacerdotes.
La ceremonia ha contado con la participación de un coro y del organista de Cantalapiedra, Alberto Iglesias, que han embellecido la ceremonia con sus cantos y melodías.
Tras la bendición final se ha obsequiado a la Virgen María con un canto antes de concluir la ceremonia.
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