Una nueva vida para la antigua escuela de Salmoral
El edificio acoge una casa rural que ha sido rehabilitada por una familia que reside en Madrid pero que hace unos años se enamoró del pueblo y montó una ganadería de calidad
El día del Santo Cristo de Salmoral será doblemente especial porque además de la celebración tradicional se inaugurará la nueva casa rural, que ahora alberga el edificio de las antiguas escuelas, tras dos años cerrado después de haber sido residencia de personas mayores.
Hace como un año, Irene González y Francisco Javier Mercado propusieron al alcalde «dar una nueva vida» al edificio y «atraer gente al pueblo». El alcalde les dijo que era necesario realizar una licitación pública. Se presentaron y finalmente salió adelante su proyecto de «hacer una reforma total de la casa».
La casa rural llevará el nombre de Prado Alegre, que es la denominación del primer negocio montado por esta familia.
Toda esta aventura es fruto de un enamoramiento, el de Francisco Javier Mercado e Irene González por su pueblo, Salmoral. La conexión de ambos con esta localidad es que la madre de él es de Salmoral.
La historia se remonta en el tiempo y tiene varios episodios, uno de ellos es cuando ambos deciden montar una ganadería que comenzó siendo una pequeña parcela y tres vacas: Josita, Justi y Bonita. Sus hijas pusieron nombre a estas tres reses.
«Al querer hacer las cosas bien, nos dimos cuenta que las instalaciones necesarias eran las mismas para tres que para 100 vacas», explica Irene González.
Hoy esta pareja tiene tres hijos. La familia aprovechaba todos los momentos disponibles para volver al pueblo. Hace cuatro años que Irene González da el paso de dejar su trabajo en el área de Marketing en Madrid para centrarse más en el proyecto de la ganadería Prado Alegre donde cuentan con 100 cabezas.
«Hace seis años montamos una ganadería diferente porque está basada en el bienestar animal, cebamos bueyes y vacas», resume Paco, como es conocido en el pueblo Francisco Javier Mercado. Ahora son un referente en calidad que es estudiado muy de cerca por la Universidad de Salamanca y escuelas de formación profesional por sus excelentes resultados.
Han apostado por razas autóctonas en los códigos de vida y cebadero. Tienen pardas de montaña y otras razas como moruchas, avileñas y berrendas en vacas y bueyes.
Pero sus reses de cebo no se crían en un establo, lo hacen en grandes parcelas de una hectárea para ocho o 10 reses porque priman la calidad de vida del animal, algo que se traslada a la calidad de la carne.
«Tenemos grandes cercados donde los animales se pueden mover, tienen muchísimo espacio, tardan más en engordar porque los animales se mueven más, pero priorizamos el bienestar animal, nos preocupa tener las mejores condiciones posibles», explica Irene González. «Pensamos que eso repercute en la calidad de la carne, al final el tiempo nos ha dado la razón, por ahora todas las calificaciones de carne son muy buenas y el cliente final, que es el que manda, dice que le encanta, consideran que es un producto diferente», añade.
«Hemos demostrado que la carne de estos bueyes y vacas de Salmoral es muy demandada. Entre sus clientes se encuentran algunas de las mejores carnicerías de Madrid. De hecho, con una de ellas han puesto en marcha una iniciativa para la creación de la hamburguesa que tiene por nombre 'Hamburguesa Salmoral'.
El edificio de las antiguas escuelas, ahora casa rural Prado Alegre permitirá facilitar las visitas guiadas a la ganadería de la familia Mercado González.Gracias a esta posibilidad de alojamiento se podrá satisfacer la gran demanda de personas interesadas en pasar unos días en Salmoral. Las personas que quieran alojarse en esta vivienda tendrán como regalo una visita a la ganadería y recibirán también un paquete de degustación de esta carne de primera calidad.
De momento crearán un puesto de trabajo.
«Nuestra obsesión es ayudar al pueblo, es nuestra vía de escape, el contacto con la naturaleza, con el campo y el pueblo es nuestra terapia», considera Irene. «La casa es un reclamo, queremos aportar nuestro granito de arena y que la gente conozca los beneficios de la vida rural».