‘Músico’ saca brillo al IX Toro de Cajón de Vitigudino

El pre-Corpus en la localidad de Vitigudino dejó de manifiesto la pasión que los vecinos del municipio sienten por el toro con una nueva edición del Toro de Cajón organizado por la Asociación Cultural Taurina ‘Villa de Vitigudino’ y que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento local. Este IX Toro de Cajón comenzó en la mañana de ayer con una sorprendente noticia: un cambio de astado.

El ganadero Domingo Hernández explicó a la asociación que cuanto fueron a preparar los toros del evento, ‘Campanillas’ finalmente no podría acudir, ya que” ha recibido un paliza por parte de los hermanos de camada, por lo que nos vemos en la obligación de sustituirlo por ‘Músico’, herrado con el numero 86 guarismo 0, de la misma ganadería. Un precioso toro negro que fue como sobrero a Pamplona”, explicaba el colectivo en una nota de prensa y espera que el animal estuviera a la altura.

Y sí, lo estuvo, siendo un cierre de oro para una bonita tarde taurina que comenzó con retraso sobre el horario previsto, a las 18:20 horas. En ese momento salió a las calles vitigudinenses ‘Cordobesa’, una vaca de la ganadería de Rollanejo, que sirvió de anticipo a los dos toros y permitió a los numerosos mozo participantes, ir calentando motores para lo que estaba por venir. Cabe destacar que la vaca estuvo cerca de 20 minutos en el recorrido y mostró energía y nobleza.

Tomó el relevo ‘Saltarios’, un toro cinqueño y de la misma ganadería que el protagonista del evento, Domingo Hernández. Rápido y con buena presencia, el astado cautivó al público al entrar al ágora de Vitigudino y obligó a los más valientes a refinar sus recortes y quiebros. Tras media hora de encierro, y viendo que el animal se resistía a tomar el camino de los corrales, fue necesaria la presencia de los bueyes que mostraron más peligro del pensado y estuvieron a punto de llevarse a un par de mozos que se habían relajado ante su llegada.

El colofón lo puso ‘Músico’, un animal con una corpulencia destacable, dos buenos pitones, nobleza, garra y fuerza. Esto último lo demostró cuando embistió una de las valla del recorrido y estuvo a punto de sacarla de sus encajes, haciendo que el público allí presente se llevara un buen susto y se alejara buscando cobijo por si repetía embestida. Los mozos hicieron que ‘Músico’ hiciera en un par de ocasiones el recorrido del encierro para que todos los vecinos pudieran disfrutar del animal. Y, al igual que su otro compañero, quiso hacerse el remolón y estar un rato más en Vitigudino hasta que los bueyes le guiaron a los corrales.

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