La micología se asienta como dinamizador de las zonas rurales

Como suele ser habitual en esta fechas desde 2018, los integrantes del parque micológico que abarca a las Sierras de Francia, Béjar, Quilamas y El Rebollar mantuvieron ayer su asamblea anual para hacer balance de la temporada pasada y poner encima de la mesa interesantes proyectos de futuro.

Como suele ser habitual en esta fechas desde 2018, los integrantes del parque micológico que abarca a las Sierras de Francia, Béjar, Quilamas y El Rebollar mantuvieron ayer su asamblea anual en el centro de cazadores de El Cabaco, para hacer balance de la temporada pasada y poner encima de la mesa interesantes proyectos de futuro.

La micología se ha convertido en una apuesta firme como dinamizador de la economía y el turismo en los municipios que integran esta asociación. De hecho, en la última campaña los Consistorios ingresaron más de 17.800 euros por la venta de los permisos. Otro punto de interés son las actividades formativas que «tuvieron un gran éxito y que cada vez están más asentadas», indicó la técnico de Micocyl en Salamanca, María Hernández. Las cuentas de ingresos y gastos del ejercicio 2023 dejaron un beneficio de 7.285 84 euros y dejan unas cuenta con más de 54.000 euros en depósito.

La diputada de Medio Ambiente, Pilar Sánchez, realizó un balance positivo de este encuentro e hizo hincapié en la difusión de la micología: «Es clave._En muchos casos, las jornadas que promovemos cubren sus páginas en apenas unas horas, está funcionando muy bien tanto en otoño como en primavera».

Sánchez señaló también que varios Ayuntamientos, que aún no pertenecen al parque, se han puesto en contacto con la institución provincial para sumarse al mismo. «El parque está muy bien regulado y muchos municipios, en muchos casos limítrofes con el parque, ven que muchas personas sienten la llamada de este recurso que es la micología y quieren regularlo. Ahora vamos a reunirnos con ellos y serán los integrantes de la asamblea los que decidan», puntualizó la diputada.

Este colectivo que integran los Consistorios, la Diputación de Salamanca y la Junta de Castilla y León pone la mirada en el horizonte en otro producto natural destacado de la provincia como es la castaña. En este sentido, Pilar Sánchez definía la castañicultura como «un reto muy importante y que puede suponer un gran impulso para la economía rural que permita asentar población». Para ello se creó hace unos meses la mesa del castaño, con una función similar a esta asamblea micológica, para exponer las vicisitudes relativas a la castaña, junto con una iniciativa pionera: una parcela experimental del castaño.

Se trata de un terrero situado en el término municipal de El Cabaco, con una extensión de una hectárea, en donde se han plantado e injertado diferentes variedades de este árbol para ofrecer una estimación correcta de cuál debe promoverse en cada zona «y así recuperar monte y que sea un recurso útil».

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