La mejora de la muralla de Béjar llegará en 2026

El alcalde de Béjar, Antonio Cámara, confirmaba durante la última sesión plenaria celebrada en la ciudad que la Junta de Castilla y León se hará cargo de mejoras en la muralla de la ciudad a lo largo del año 2026.

Los anunciaba tras una reunión celebrada con el consejero de Cultura y Turismo de la Junta, Gonzalo Santonja, donde también se habló sobre la finca renacentista de El Bosque y sobre qué hacer a futuro con ella. En el caso de la muralla se precisan trabajos en altura ya que hay zonas donde la hiedra y otras especies vegetales comienzan a amenazar la estructura de la muralla por lo que se hace necesaria una intervención.

Según ha podido saber LA GACETA, el proyecto de intervención está en redacción de modo que, por el momento, no se han definido qué intervenciones de van a llevar a cabo, aunque sí ha trascendido que se desarrollarán fundamentalmente en el entorno de la Puerta del Pico. Y es que la intervención forma parte del programa Románico Atlántico, que intervendrá en diferentes monumentos de la provincia. De hecho, ya en julio del año 2024, el propio programa de cooperación transfronteriza avanzaba que la segunda actuación de Salamanca, tras la del castillo de Ledesma, sería la de la muralla de Béjar: «La segunda actuación en la provincia de Salamanca se centrará en el tramo de la Puerta del Pico de la muralla de Béjar que, actualmente, está en fase de redacción de proyecto con el objetivo de mejorar el entorno respetando el valor patrimonial de la muralla». A falta de una inversión concreta, la actuación programada podría rondar los 50.000 euros, que permitirían mejorar estabilidad, la imagen y el entorno de uno de los monumentos de Béjar posiblemente más desconocidos.

Una de las intervenciones más ambiciosas de las llevadas a cabo en los últimos años en la muralla de la ciudad se llevó a cabo a partir del año 2012 con la limpieza de un tramo de 400 metros que se encontraba cubierto de maleza, fundamentalmente de hiedra e higueras, cuyas raíces amenazaban también la estabilidad del monumento. El empuje del entonces concejal Alejandro Romero hizo posible la limpieza de la muralla junto con su apertura al turismo y la renovación de la iluminación. Desde entonces, la muralla es visitable desde el parque de La Antigua hasta prácticamente la puerta de San Antón. En 2019 se estrenó de forma definitiva ese proyecto, cuyos trabajos se prolongaron durante cinco años desde el inicio de la limpieza.

De forma paralela, en las últimas semanas se ha llevado a cabo la reconstrucción del muro que se cayó el pasado mes de marzo por las filtraciones de agua junto a la puerta de San Lázaro, conocida también como la de la traición.

Por su parte, la intervención realizada en el cubo y muro norte del castillo de Ledesma dentro del mismo programa de Románico Atlántico, se ha centró principalmente en la eliminación de humedades. La intervención supuso una inversión inicial de 188.000 euros.

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