Mari Mar Blanco reivindica la "memoria de las víctimas de ETA" en el estreno de la escultura de su hermano en Santa Marta

La escultura homenaje a Miguel Ángel Blanco, el edil del PP de Ermua asesinado en julio de 1997 por la banda terrorista ETA, ya es una realidad en Santa Marta de Tormes. Está ubicada en la primera rotonda de la avenida de los Paúles y se completa con un escrito en una de las aceras aledañas con la biografía del recordado edil. El estreno se ha llevado a cabo dentro de las celebraciones en honor a San Blas que se están desarrollando en Santa Marta de Tormes durante estos días y ha contado con la presencia de su hermana, Mari Mar Blanco, que estuvo arropada por cerca de doscientas personas y cargos públicos salmantinos.

En su intervención ante los presentes en el estreno de la pieza en homenaje a su hermano señaló, “esta escultura recordará a través del tiempo a mi hermano. Servirá para recordar lo inolvidable, el esfuerzo que hace 27 años intentó salvar la vida de un joven que fue asesinado en el País Vasco”.

Mari Mar Blanco también argumentó que, “fueron 60 años de ofensiva criminal y hay que recordar a todas las víctimas. De ellas 123 fueron de Castilla y León y la sociedad española siempre estará en deuda con ellas. Hay 300 crímenes todavía sin nombre y apellidos de los asesinos y es inadmisible el blanqueo del terrorismo. No se pueden poner alfombras rojas a quien no ha pedido perdón. Bildu sigue sin condenar el terrorismo. Las víctimas somos importantes y se debe preservar la verdad y reivindicar que los jóvenes conozcan la historia, porque algunos quieren acallarla”

Por su parte el alcalde de Santa Marta, David Mingo, en su alocución indicó, “hoy saldamos una deuda que los municipios teníamos con la historia reciente de la democracia. Es un ejercicio de justicia y memoria, porque personas como Miguel Ángel Blanco dieron su vida por los demás y supuso el acorralamiento de la banda terrorista. Quedan cientos de casos de terrorismo todavía sin juzgar y no podemos permitir que se de un portazo como si no hubieran ocurrido”.

La pieza escultórica es una obra de Amable Diego que dispone de una pieza destacada en forma de veleta con una paloma sobrevolando el conjunto y una base de hormigón conformada por dos monolitos sobre los que se emplaza el ave. La escultura cuenta con un porte de seis metros de altura y un total de diecinueve toneladas de peso.

Las piedras centrales del elemento artístico albergan el rostro de Miguel Ángel Blanco tallado en acero inoxidable en un tamaño de un metro por setenta centímetros, un tamaño que permite contemplarlo desde ambas direcciones de la carretera a una distancia de 200 metros.

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