Las lluvias salvan la temporada de baño en ríos y piscinas naturales

Pese a las perspectivas poco halagüeñas de la pasada primavera, las lluvias de finales de mayo y primeros de junio han permitido salvar la temporada en este tipo de zonas naturales que se han convertido en alternativas económicas a otras instalaciones regladas, como piscinas municipales o privadas. Los ríos tienen ahora, a principios del mes de julio, más caudal que a mitad del mes de mayo y el Tormes es un ejemplo de ello. Así, en la estación de aforo de Puente del Congosto, una de las zonas de mayor atracción para el baño en verano, este domingo se registraba un caudal de 1,65 metros cúbicos por segundo. La pasada primavera, el 17 de mayo, en concreto, no llegaba ya a 1,50 y se supone que debía ser una época de mayor caudal. Por eso, hay que remontarse hasta el 2 de mayo para encontrar un caudal similar al actual.

La situación del Tormes es asimilable a otros cauces de la provincia, sobre todo en las sierras del sur, donde más oferta hay de este tipo de infraestructuras, sin olvidar el Tormes en todo su recorrido y Arribes. Por eso, Ayuntamientos y chiringuitos han acondicionado los entornos de los ríos y las piscinas y las propias instalaciones hosteleras, que se convierten en epicentro de la actividad de ocio del verano. Es el caso de Villanueva del Conde o Garcibuey, sin dejar de lado pueblos como Valero o el propio Puente del Congosto. Se han limpiado los entornos, añadido arena, colocado nuevas barandillas con el objetivo de que los visitantes disfruten.

Salamanca será de nuevo este verano la única provincia de Castilla y León que no disfrute de zonas de baño autorizadas. Se trata de un reconocimiento que otorga la Junta de Castilla y León a los espacios que cumplen unas condiciones mínimas de higiene y salubridad. En Salamanca no existen porque ningún ayuntamiento las ha solicitado y, además, el último que lo hizo, que fue Puente del Congosto, recibió el no por respuesta.

Se da la paradoja que muy pocos kilómetros aguas arriba de Puente del Congosto y en plenas aguas del Tormes se encuentran zonas aptas para el baño, pero en la provincia de Ávila: el Tormes en La Horcajada y la garganta de Los Caballeros, afluente del Tormes, en Navalonguilla.

Disponer de este reconocimiento solo implica un marchamo de calidad de aguas, pero no supone ayudas ni subvenciones para mejorar esas zonas. Sin embargo, según recoge la normativa autonómica, es obligación del Ayuntamiento que lo posea: mantener las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad de las playas vigilando los posibles puntos de vertido para que no produzcan en ningún momento la contaminación de las aguas de baño ni supongan riesgos para los usuarios».

Asimismo, han de colocarse carteles visibles con información sobre la aptitud del agua para el baño, sobre la calidad de las aguas de baño, prohibición expresa de bañarse o recomendación de abstenerse del baño o cualquier otra que pueda ser de utilidad para preservar la salud de los bañistas, así como prohibir el baño o recomendar abstenerse del mismo en caso de que se produzca cualquier anomalía o alteración en la calidad o salubridad de las aguas.