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Participantes en la salida organizada en Tamames D. S.

Las lluvias otorgan esperanza a una complicada campaña micológica: «Si el tiempo fuera bueno y no hubiera heladas ni cierzo...»

El agua de los últimos días puede propiciar una buena perspectiva en especies tardías. Las heladas y las bajas temperaturas, nuevos «enemigos» de los posibles brotes

D. Sánchez

Tamames

Lunes, 3 de noviembre 2025, 10:05

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Las lluvias de los últimos días han elevado las perspectivas de la campaña micológica en la provincia charra. Si bien a inicios de la temporada, a comienzos de octubre, la producción era escasa y cercana «a cero», la abundancia de agua al final del mes pasado y el arranque de noviembre abre la puerta a una mejora de las previsiones.

«Va a ser una campaña corta, lógicamente», anticipa un experto en la materia como es José Ignacio Gómez Risueño. «Comenzó a llover el 20 de octubre y eso es muy tarde. Se supone que, con las lluvias caídas ahora, si el tiempo fuera bueno, que no hubiera heladas, que no hubiera cierzo, pues podríamos tener una campaña tirando a regular». Los entendidos en el ámbito de la micología han valorado como «positivas» las precipitaciones de las últimas jornadas, aunque «hay que tener en cuenta que los días ya son más cortos», señala Gómez Risueño.

Las temperaturas van a ser claves para que especies más tardías puedan florecer con buenas perspectivas. «Mientras que las nieblas favorecen mantener el grado de humedad, el frío, sobre todo por las noches, puede ser un factor clave», indica el experto. La duración de las horas de sol es otro punto de interés y no existe temor a un aumento de temperaturas «ya que, aunque suban no son tan preocupantes como en septiembre o en las primeras semanas de octubre».

En este sentido, Gómez Risueño detalla que algunas especies como los boletos o el 'huevo de rey' requieren unas temperaturas difíciles de ver en esta época «y les va a costar salir»; sin embargo, los níscalos «están a tiempo de que puedan brotar, o las carboneras de los pinares y similares, que son tardías, pueden verse muy beneficiadas de estas lluvias».

Una temporada complicada

La falta de lluvias y tormentas durante la época estival y el inicio del otoño ha marcado el inicio de la temporada, con una presencia escasa de hongos y que vaticinaban una mala campaña. Aún así, las perspectivas siguen prudentes.

El frío, el peor enemigo posible

El agua caída durante los últimos días es una señal de esperanza para los expertos de cara a las especies cuyo desarrollo es más tardío. Sin embargo, la bajada de las temperaturas propia de esta época puede convertirse en un factor clave.

Las variedades estrella, muy escasas

El 'huevo de rey' o los rebuzuelos, algunas de las setas más buscadas por los aficionados, tendrán muy poca presencia, ya que requieren unas temperaturas entre los 15 y los 18 grados para su desarrollo, algo complicado en esta época del año. Sin embargo, los níscalos si que pueden florecer con cierta abundancia a raíz de las lluvias caídas.

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