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Imagen del centro cívico de Cantalpino. FOTOS: J. H.
Cantalapiedra dice adiós a la donante del legado de una generosa familia que se puso al servicio del pueblo

Cantalapiedra dice adiós a la donante del legado de una generosa familia que se puso al servicio del pueblo

Cantalapiedra ha despedido este jueves a María Teresa Sánchez García, donante, junto a su hermana, del edificio que alberga el centro cívico de Cantalpino y una bodega con lagar

Jorge Holguera Illera

Cantalapiedra

Jueves, 5 de diciembre 2024, 21:15

Cantalapiedra ha dado su último adiós este jueves a María Teresa Sánchez García, donante, junto a su hermana, del edificio que, a día de hoy, alberga el centro cívico de Cantalpino, además de las bodegas municipales. Falleció el pasado miércoles en la localidad salmantina de Carrascal de Barregas a los 73 años.

María Teresa Sánchez y su hermana Celsa Sánchez dieron al Ayuntamiento de Cantalpino en el año 2002 el gran edificio situado en la Plaza de España, que hace esquina con la calle Carnicería y las dos bodegas de las que puede presumir este municipio como recurso turístico. Una de las bodegas es la propia de la antigua casa y, la otra, con lagar, está situada al otro lado de la calle. Ambas son colindantes.

Bodegas de Cantalpino.

Las hermanas Sánchez García donaron la casa para la construcción de una residencia para ancianos, pero, al no ser posible, se destinó a centro cívico y a biblioteca municipal. La otra bodega y el lagar se destinarían a la construcción de un museo, que, actualmente, es un espacio en ocasiones utilizado como la sala de exposiciones.

Ambas donantes quisieron dejar constancia de que habían heredado esta vivienda de su tío Felipe Sánchez Sánchez, que falleció en 1989 sin hijos y las dejó entre otras cosas la casa y la conocida finca de Cotorrillo de Cantalpino. Por este motivo, el centro cívico y social tiene por nombre 'Felipe Sánchez'.

No obstante, aquella casa de la plaza de Cantalpino, situada frente al Ayuntamiento, fue construída por el bisabuelo de Teresa y Celsa, Felipe Sánchez. En ella, llegó a vivir uno de sus hijos: Prudencio. Más tarde, fue heredada por 12 descendientes y el tío de María Teresa y Celsa, Felipe Sánchez, compró todas estas partes. Nunca llegó a vivir en esta vivienda porque residía en Cotorrillo.

Este edificio es denominado como «una de las grandes casas de la plaza» por Antonio Gómez Gómez en su libro sobre la historia de Cantalpino, publicado en 1991.

El Ayuntamiento de Cantalpino rehabilitó todo el edificio principal en 2010 y reconstruyó la fachada principal, cuya primera planta es de sillería y, la segunda, de ladrillo hidráulico, visto a semejanza de la Casa Consistorial, según detalla Antonio Gómez.

«En la calleja que conduce a la iglesia -calle Carnicería-, se abrieron unos ojos de buey para iluminar los graneros de la parte alta y tragaluces a ras de tierra para ventilar las bodegas», reza esta publicación.

Felipe Sánchez construyó la casa en la plaza España de Cantalpino en 1895

Felipe Sánchez Hernández, natural de Palaciosrubios, construyó en 1895 la casa situada en la Plaza de España de Cantalpino. Era un hombre muy emprendedor y se fue a vivir a la finca de Cotorrillo (término municipal de Cantalpino) como arrendatario.

Felipe Sánchez y Petra Lozano.

Se encargó de plantas viñas y compró tierras en esta localidad para producir uva y cereales. También tenía pinares. Hizo la casa con la intención de vivir en Cantalpino para atender mejor su labor por la cercanía. La gran casa de Felipe Sánchez y Petra Lozano tenía salón y dormitorio para cada uno de sus cuatro hijos. Además, en el primer piso, había un gran salón. En la planta baja, un comedor enorme junto a la cocina que contaba con una chimenea de grandes dimensiones.

Felipe Sánchez perdió la ilusión por la casa al morir su esposa en 1903 y se quedó a vivir en la finca.

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