El legado de los abuelos en el estallido festivo de «Guinaldo»

A las ocho de la tarde y después de dar rienda suelta a las primeras emociones taurinas, las de los más pequeños corriendo delante de los carretones –ofrecidos por la misma peña «El Cuerno» y por el «Tío Chubelo»– por la misma calle del Cristo y la plaza de la Botica, las peñas se fueron congregando en el coso taurino tradicional de la plaza de la Constitución, con la mirada puesta en el balconcillo de la Casa Consistorial, donde orgullosos, felices y satisfechos aparecían con su habitual atavío amarillo y verde los integrantes de la peña «El Cuerno».

«Contábamos diez, once años cuando nos unimos por primera vez como peña, como peña 'El Cuerno' y ya han pasado 20 años y han llegado nuevos integrantes, nuestros hijos, que hoy nos acompañan en este día de celebración», afirmaron los encargados de lanzar el pregón y chupinazo. Un pregón cargado de emotividad, de recuerdos de estas dos décadas y también de agradecimiento «a nuestros abuelos que nos inculcaron el amor por Guinaldo, por sus fiestas, por sus tradiciones, por todo lo que significa ser de pueblo y estar orgulloso de ello».

Tras estas palabras, la alegría se desbordó en la plaza con el lanzamiento del «chupinazo» al que siguieron otros cohetes, globos y confetis de colores y mucha música que festejaron las peñas, entre ellas «El Toro», «Estoque», «Los del Toril», «Stop», «El Caballo», «El Toro», «Grillos», «La Movida», «Estribo», «Picadero» y muchas, muchas otras.

A partir de aquí, las ferias de San Bartolomé de Fuenteguinaldo serán un no parar animadas por sus tradicionales y diarios encierros y, como no, por las muchas peñas que distribuidas por todo el pueblo acogen a propios y extraños creando un ambiente difícilmente igualable.

Una primera jornada plenamente festiva que finaliza con la animada verbena amenizada por la orquesta «Malibú».