La solución a la depuración de Candelario se acerca tras cinco años de espera
La consultora contratada por la CHT presentará las diferentes alternativas a los consistorios ‘en próximas fechas’ | La crisis del COVID vuelve a demorar el proceso
Viernes, 12 de junio 2020, 21:48
El proyecto de depuración de las aguas residuales de Candelario ha sumado un nuevo contratiempo con motivo de la crisis del coronavirus, que ha impedido hasta el momento la presentación de las propuestas elaboradas por una consultora para poner fin al problema, que lleva esperando una solución desde hace más de cuatro años y nueve meses.
Así lo ha explicado el alcalde de Candelario, Pablo Hernández, al indicar que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) encargó a una consultora redactar las diferentes propuestas de enganche del alcantarillado de Candelario con el colector de Béjar. Se esperaba el documento para los primeros meses del año, pero con la llegada del estado de alarma y las restricciones, no se han dado a conocer aún dichas propuestas. Después, los ayuntamientos de Béjar y Candelario deberán examinar el documento y decidir cual de las soluciones propuestas es la más viable para cada uno de ellos.
Los ayuntamientos de Béjar y Candelario firmaron en la anterior legislatura un convenio que concretaba la relación entre ambos municipios una vez que Candelario se uniera a la red de depuración de Béjar. Sin embargo, el desencuentro llegó con la CHT sobre el punto de enganche del alcantarillado candelariense con el colector bejarano. Primero Alejo Riñones y, después, Elena Martín, manifestaron su oposición a la propuesta de la Confederación de conectar en la zona de La Aliseda-Gibraleón por considerar que la red de alcantarillado en esa zona no sería capaz de asumir más residuos. Ambos proponían otras soluciones que pasaban, por un lado, conectar más abajo en el entorno del puente del Riofrío o ejecutar un colector más amplio en la zona de Gibraleón que pudiera asumir todo el agua residual que llegaría desde Candelario.
Mientras tanto, la inversión de un millón y medio de euros sigue en el aire en espera de que se encuentre la solución definitiva a un proceso que en septiembre cumplirá cinco años de espera.
