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Una de las alternativas recorre el conocido como camino de los registros, entre frondosas matas de castaños.
La ruta con espectaculares vistas desde la Peña de la Cruz

La ruta con espectaculares vistas desde la Peña de la Cruz

Desde Béjar parte una popular ruta que finaliza en un paraje ubicado a 1.380 metros de altitud que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad textil y la Sierra

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Domingo, 6 de marzo 2022, 08:54

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El 7 de junio de 2022 es el martes posterior a Pentecostés y en Béjar una fecha marcada en el calendario: se celebra la romería de la Peña de la Cruz, con mucho arraigo en la ciudad textil. Si la situación sanitaria no cambia, todo apunta a que este año sí podrá celebrarse esta fiesta en la que la marcha a pie desde la ciudad es uno de los elementos más destacados. El recorrido puede realizarse en cualquier época del año y hay varias opciones para salir a pie.

La primera de ellas es salir desde Béjar ciudad, subiendo hasta el santuario de El Castañar por el camino de los Rodeos.

Otra opción parte del propio santuario, donde además de visitar a la Virgen puede dejarse el coche y comenzar el ascenso hacia el paraje de Llano Alto, aunque también allí puede dejarse el coche si se quiere andar menos. En Llano Alto pueden tomarse dos itinerarios: el que realiza la romería a través del camino de los Registros, un ascenso con mayor pendiente que transcurre entre frondosas matas de castaños en un primer lugar y de escobas y piornos en una altura máxima. Esa ruta pasa por la Cruz del Peladillo donde se encuentran diversos repetidores.

La otra opción es tomar la pista forestal que parte de Llano Alto, dejando a un lado el albergue de Peña Negra. Son 3,5 kilómetros hasta la Peña, aunque a falta de un kilómetro sale otro desvío a la izquierda por si se quiere ascender hasta Peña Negra, desde donde las vistas son espectaculares. Pero el destino final es la Peña de la Cruz, un paraje ubicado a 1.380 metros de altitud rodeado de grandes rocas de granito con espectaculares vistas a Béjar y su entorno y a la Sierra.

La imponente cruz mira a la ciudad y es el símbolo del paraje donde hay una fuente de agua fresca e incluso un refugio que, en ocasiones, ofrece un servicio hostelero (el paraje es propiedad de una fundación benéfica, que explota esa instalación).

Rodeada de naturaleza, la explanada invita a descansar, a disfrutar de una comida campera y a encontrar diferentes especies animales y vegetales (en ciertas épocas del año hay vacas ya que la finca tiene también usos ganaderos).

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